Gracias a la rapidez de pensamiento y las acciones valientes de Renaddi Kasau, un ataque terrorista sin apenas consecuencias podría haberse convertido en una tragedia amarga que hubiera dejado muchas víctimas.
Kasau relata cómo él ayudó a hacer frente a un terrorista con cuchillo en mano, sin pensar en su propia seguridad.
El terrorista se acercó a Kasau al grito de «¡Allahu Akbar! Allahu Akbar! »
Kasau huyó, evitando el ataque, pero luego volvió y persiguió al atacante, y tras alcanzarlo lo llevo ante fuerzas de seguridad para arrestarlo.
El atacante era un hombre árabe de 35 años de edad, de Hebrón.