Playa de Tel Aviv. (Shutterstock) (Shutterstock)
Tel Aviv beachfront

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Por Naama Barak, Israel21c

Es cierto, Israel es siempre un lugar fabuloso para visitar pero ahora que los turistas vuelven al país tras la pandemia de COVID-19 el verano que se acerca será incluso mejor que nunca.

Estas son las razones más atractivas para no seguir postergando ese viaje a Tierra Santa que tanto se ha hecho rogar.

¡Nos vemos!

  1. Porque ahora sí se puede

Lo primero es lo primero. La razón principal por la que es genial visitar Israel este verano es el simple hecho de que es posible hacerlo.

Durante dos años, el país estuvo prácticamente cerrado a los que no eran ciudadanos. Eso significa que muchos dejaron de venir tal como ocurría hasta principios de 2020. Ahora se puede volver a disfrutar de este pequeño rincón de Oriente Medio y por eso recomendamos encarecidamente que se suban a ese avión y vengan aquí pronto.

  1. Celebrar la vida más que nunca

Los israelíes son bien conocidos por celebrar la vida. Tienen que hacerlo: las guerras, la política y el sentido de fatalidad existencial son suficientes para derribar a cualquiera. Si a esa mezcla se le suma una pandemia global que no fue nada divertida, especialmente esa parte en la que tuvimos que mantenernos alejados de nuestra familia y amigos y educar en casa a nuestros hijos, todo se vuelve más complejo.

Ahora que se espera que haya terminado la crisis, la gente está increíblemente agradecida y realmente lista para vivir la vida al máximo, así que la idea es prepararse para dejarse inundar por las buenas vibraciones que emanan aquí.

  1. Se puede salir a comer a cualquier sitio

Durante el pico de la pandemia, comer en la mesa de un restaurante y no en el sofá del living parecía un sueño inalcanzable pero desde que se relajaron las regulaciones, la gente se ha lanzado feliz a los salones y terrazas de todos los bares del país para disfrutar especialmente el hecho de poder sentarse adentro, afuera o donde se quiera.

La comida nunca estuvo mejor: el COVID-19 alentó a muchos aspirantes a chefs a abrir sus propios espacios y los muchos restaurantes que lograron sobrevivir a la crisis hoy están en su mejor forma. Eso sí, no olvidarse de reservar porque todo está lleno.

  1. Los israelíes saben refrescarse cuando hace mucho calor

No es ningún secreto que el verano en Israel es solo un poco más fresco que el infierno pero aquel que no quiera asarse cuenta con múltiples opciones: hay muchas y muy lindas playas (el país tiene más de 160 kilómetros de costa ), grandes piscinas y, en momentos de extrema necesidad, fuentes. No hay de qué preocuparse, es totalmente legítimo.

Y si el agua no es lo que importa, vale la pena recorrer  las cuevas que abundan el país. O bien, cualquiera puede hacer como un verdadero israelí y simplemente acostarse en el piso de piedra cuando llega a un sitio luego de un día particularmente abrasador. Funciona a las mil maravillas.

  1. Escapar del calor en Jerusalén o en el norte

No todo Israel está sofocante en verano. De hecho, si la visita es a Jerusalén hay que asegurarse de llevar un abrigo liviano porque el aire de la montaña por la noche es sorprendentemente fresco, incluso en pleno agosto. También se puede considerar un viaje al norte donde las altas cumbres ofrecen una bocanada de aire fresco durante gran parte del día además de hermosas vistas.

  1. Decenas de espectáculos y museos

Si la pandemia ha transcurrido con mucha nostalgia por los eventos culturales en vivo, Israel es el lugar ideal para este verano que viene. Los conciertos de música de renombre, las exposiciones de arte y los espectáculos teatrales vuelven a la normalidad y obligan a las personas a enterrar el control remoto de la TV.

Consultar aquí los próximos eventos en Jerusalén y aquí los de Tel Aviv.
Otra buena noticia es que es probable que la mayoría de los eventos no estén llenos, ya que llevará algún tiempo hasta que los turistas vuelvan con todo.

  1. La renovación está a la vista

Mientras el turismo estuvo frenado, Israel se ocupó de renovar y mejorar innumerables infraestructuras y experiencias. Se añadieron carriles para bicicletas, en todo Tel Aviv -que también cuenta con un maravilloso parque nuevo a lo largo de la ruta del antiguo ferrocarril otomano en la ciudad- mientras que en Jerusalén se trabajó fuerte para que partes de la Ciudad Vieja siempre adoquinada sean más accesibles. Así, se instalaron pasamanos e incluso un ascensor que pronto se completará y que bajará a la explanada del Muro Occidental.

Si lo que se busca es hacer caminatas, se recomienda visita el Sendero de Emaús, un divertido recorrido de un día al aire libre.

  1. Mejoró la idea de mantener la distancia

Antes de la pandemia, el concepto de espacio personal era desconocido en Israel. Las colas de los supermercados, el transporte público, las salas de espera e incluso la oficina eran motivos para conocerse de cerca y en persona.

Sea cual fuera la razón, antes todo era más, digamos, pegajoso pero ahora quedó demostrado que en realidad es posible que se respete el espacio de otras personas, y que no es tan mala idea. Lástima que no durará mucho.

  1. ¡Es temporada de sandías!

No hay absolutamente nada mejor en el mundo que una rebanada fría de sandía en un día caluroso. Excepto quizás si esta va acompañada de un trozo de queso feta bien salado.
Ese es el plato nacional de verano en Israel.

No todos se animan a probar esta combinación de aspecto extraño pero celestial, y lo mejor de todo es que es posible seguir disfrutando de esta especialidad en casa.

  1. Las noches son salvajes

Es posible que ya se haya mencionado esto pero Israel está de humor para festejar. Aparte del buen ánimo general, esto también significa que absolutamente todo está abierto, y hasta muy, muy tarde. Se trate de restaurantes, bares en azoteas o incluso tiendas, las últimas horas del día es cuando todo sucede.

Vale la pena tomar una siesta con aire acondicionado a la tarde porque a la noche se van a necesitar reservas.

  1. Muy felices de recibir

Como todos los demás en el mundo, esta pandemia también ha sido solitaria para los israelíes. Las calles vacías, el aeropuerto desolado y los hoteles fantasmales fueron un recordatorio constante de que las cosas no estaban bien.

Es por ello que hay muchas ganas de retomar las cosas y darle la bienvenida una vez más a este hermoso país donde se espera que los turistas la pasen de maravillas.

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