A los 5 años de su asesinato:
El pasado 18 de enero se cumplieron 5 años del asesinato del Fiscal de la causa AMIA Alberto Nisman (z”l). Los responsables aún están sueltos, el nuevo Presidente de Argentina hasta dice que no hay pruebas de asesinato-aunque ya la Suprema Corte de Justicia de Argentina lo ha determinado- y la sensación es que la justicia se aleja cada vez más.
Saber que de fondo hay un escenario en el que los terroristas no descansan, en el que Irán arma a los enemigos de Israel que se hallan en sus fronteras y que el antisemitismo va en aumento, agrega frustración.
Tuvimos el honor de conocer personalmente al Fiscal Alberto Nisman cuando ya se le había encomendado la investigación del atentado contra la AMIA. El primer encuentro, tras una conferencia suya en Jerusalem, fue en el 2007. En el 2012, al cumplirse 20 años del atentado contra la embajada de Israel en Buenos Aires, fue invitado a una conferencia en Jerusalem y nuevamente fuimos a escucharlo. En ambas oportunidades accedió a concedernos entrevistas, además de por lo menos dos más, telefónicas, desde Jerusalem a Buenos Aires.
Siempre encontramos en él a un hombre valiente, cuya valentía derivaba de la convicción en sus principios, sin melodrama ni pretensiones. Era una valentía de quien habla con firmeza y en voz baja, porque sabe que trae la fuerza de la verdad, aunque con ello se juegue la vida.
«Nosotros, humildemente, no vamos a cejar un momento, vamos a proseguir la investigación, no vamos a callar nada de lo que sabemos y de lo que se averigua», nos dijo en el 2012. » Es una obligación que se sepa todo esto en todos los ámbitos, porque hace a la actuación de un Estado que promueve el terrorismo», afirmó en relación a la República Islámica de Irán, varios de cuyos jerarcas están requeridos por Interpol, en base a las pruebas fehacientes sobre su sol en los atentados, que presentó Nisman. «Y vamos a seguir reclamando ante todas las instancias internacionales. Es importante también que la comunidad internacional nos siga acompañando en nuestro hasta ahora lamentablemente infructuoso reclamo , porque las personas no están detenidas, para que sean juzgadas y condenadas».
El resumen de sus palabras , fue entonces categórico: «Solamente cuando estas personas estén tras las rejas y condenadas, mi labor va a haber terminado. Pero recién en ese momento y no antes, las víctimas van a poder descansar en paz».
Ahora, lamentablemente, Nisman mismo es el muerto 86 de la AMIA, que se suma a los 85 cuyas vidas fueron cobradas por la bomba terrorista preparada por Irán y Hizbolá. Y continúa la impunidad.
Vale la pena compartir unos fragmentos de la entrevista citada, de marzo del 2012.
P: ¿Qué se puede decir de la inserción iraní en América Latina, a raíz de lo que ha averiguado en la investigación?
R: Hay por lo menos un hecho más, no el único, a raíz del frustrado atentado al aeropuerto John Fitzgerald Kennedy, que iba a ser volado por unos agentes iraníes oriundos de Guyana .A raíz de la información que fue secuestrada en dicho país a estas personas, concretamente de Abdul Kadir que ya en el año 80 era un agente iraní que reportaba al embajador iraní en Venezuela, se pudo determinar un idéntico modo en algunos casos y muy similar en otros de penetración, al que tuvo Argentina desde el año 83, once años antes del atentado en la AMIA. O sea que antes de cometer estos hechos Irán va infiltrando determinados países con agentes de Inteligencia a los que les hace cumplir otra función totalmente distinta.
Esto está en dos países. No descartamos que también pueda ocurrir en algún otro país., pero lo probado es esto. Y surgió a raíz del intercambio de información con Estados Unidos merced al Tratado de Asistencia Recíproca por este hecho, que fue descubierto en el 2007 y cuyos responsables fueron todos condenados a la máxima pena, reclusión perpetua, en el último año.
P: Dr. Nisman, el fervor con el que usted investiga no baja con los años. ¿No le ha quitado el entusiasmo el hecho que los responsables de la bomba en la AMIA no están detrás de rejas?
R: Obviamente es frustrante que no se detenga pero hay que seguir esforzándose.
P: ¿De dónde viene este fervor? ¿Del versículo bíblico que dice que a la justicia hay que perseguirla—“Justicia , Justicia perseguirás…”?
R: Es una condición personal..Me tocó a mí dar vuelta este caso cuando estaba totalmente perdido. Lo digo desde un punto de vista humilde. Lo tengo que llevar a las últimas consecuencias. Lo siento así. Es algo propio de mi personalidad hasta de cuando no era abogado, cabeza dura….Viene de esas ganas y de esa insistencia, de poder hacerlo por los familiares y de cerrar un capítulo y decir que hicimos lo máximo. Pero también hay sensación de impotencia cuando en Interpol me dicen que no logran detenerlos por la inmunidad diplomática. Pero hay que seguir porque lo más difícil que eran las circulares rojas y la concientización, ya está logrado. No se puede saber qué puede pasar. Quizás en dos meses cambia el régimen, quizás mueran, quizás los maten..no sé..pero lo que tenemos la tranquilidad es de que esto es un delito imprescriptible y que mientras vivan van a tener esto al acecho»
Quien tendría que haber seguido viviendo, era él, Nisman. En el 2009 nos había dicho que sentía ,por su nombramiento al frente de la causa, «una enorme responsabilidad, a la par que un gran orgullo por haber sido elegido».Aseguró que «sabía perfectamente de la complejidad del caso pero nunca pasó por mi cabeza no aceptar el desafío».
Le preguntamos, ya fuera de micrófono, si no tiene miedo. Se sonrió como tímidamente, como si eso no fuera relevante. Pocos días antes de su asesinato, dijo a «Clarín» que sabía que las nuevas acusaciones podían terminar con él muerto.Lamentablemente, tuvo razón.
Bendita sea su memoria.
Ana Jerozolimski
Directora Semanario Hebreo Jai