A BDS activist in Egypt. (AP/Amr Nabil) (AP/Amr Nabil)
A BDS activist in Egypt. (AP/Amr Nabil)

Por Jaled Abu Toameh

Hamás ha encontrado un nuevo aliado: el movimiento antiisraelí Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS).

En las últimas semanas, dirigentes de Hamás han manifestado su honda satisfacción por la labor de los activistas del BDS en todo el mundo. El grupo palestino está convencido de que la campaña antiisraelí logrará, en último término, allanar el camino para la eliminación de Israel.

Para Hamás no se trata sólo de imponer sanciones a Israel o de boicotearlo. Más bien se trata dedeslegitimarlo y aislarlo, y de convertirlo en un Estado indeseable sin derecho a existir.

Por eso la organización islamista palestina cree compartir un objetivo común con el movimiento BDS: destruir Israel. Por lo que respecta a Hamás, el movimiento pro boicot no tiene que ver conacabar con la ocupación israelí, sino con acabar con la existencia del país.

Hamás apoya la campaña de boicot a productos, empresas e instituciones académicas israelíes. Pero el movimiento palestino, que pretende destruir Israel y sustituirlo por un Estado islámico, cree que no basta con esas medidas; pretende que los partidarios del BDS intensifiquen sus actividades para alcanzar su objetivo de acabar con Israel.

Ahora que la mayoría de países árabes (incluidos Siria, Egipto y Arabia Saudí) han dado la espalda a Hamás, el movimiento islamista considera que el BDS es su aliado natural en la lucha contra Israel. Sus dirigentes en la Franja de Gaza se frotan las manos mientras siguen el avance de las actividades antiisraelíes de los partidarios del boicot en las universidades de Estados Unidos, Canadá, Australia y el Reino Unido.

Hamás considera dichas actividades del movimiento BDS una extensión de la campaña para destruir a Israel que el movimiento lleva librando desde su creación, en 1988. Aunque no ha logrado enviar representantes para hablar ante estudiantes y profesores en las universidades, parece que los partidarios del BDS le están haciendo el trabajo.

Las universidades estadounidenses que permiten que los activistas pro boicot propaguen su odio a Israel no son conscientes de que esas personas están actuando como embajadores de Hamás. Además, los Gobiernos occidentales, sobre todo el de Estados Unidos, no se dan cuenta de que Hamás y sus aliados del BDS los consideran enemigos de los palestinos.

Esto es lo que Izat al Risheq, un alto cargo de Hamás, dijo acerca de la pública oposición de EEUU a la campaña antiisraelí del movimiento BDS:

Los intentos de la Administración estadounidense de evitar que el boicot político, económico y académico a Israel vaya en aumento la convierten en cómplice de los crímenes y del terrorismo cometidos contra el pueblo palestino.

Risheq, que alabó efusivamente a los defensores y activistas del movimiento BDS, admitióabiertamente que el fin último de la campaña de boicot, desinversión y sanciones era destruir a Israel:

Instamos a avivar la campaña para aislar a los ocupantes y acabar con la existencia de su entidad usurpadora.

Cuando Hamás habla de “acabar con la existencia de la entidad usurpadora” no hace sino reiterar su principal objetivo: eliminar a Israel.

Los comentarios de Al Risheq muestran que Hamás tiene puestas muchas esperanzas en que el BDS allane el camino a la destrucción de Israel mediante el boicot, la desinversión y las sanciones.

Hamás cree que dichos instrumentos son, por lo menos, tan importantes como los cohetes y los atentados suicidas, que, de momento, no han logrado el objetivo de borrar a Israel de la faz de la Tierra.

Otro alto cargo de Hamás, Ahmed Bahr, también se desvivió hace poco alabando la labor del movimiento BDS a la hora de deslegitimar y demonizar a Israel. Sin embargo, dijo que boicotear los productos y las empresas israelíes es “insuficiente”. Instó a la formación de un grupo de trabajo palestino e internacional que coordinara la campaña de boicot, intensificara los esfuerzos por aislar a Israel y obligarlo a someterse a las exigencias palestinas. También arremetió contra Estados Unidos por oponerse a la campaña antiisraelí.

Lo que Bahr estaba diciendo en realidad es que hay que intensificar la campaña de boicot, desinversión y sanciones hasta que Israel se vea obligado a rendirse y a aceptar todas las exigencias de Hamás, entre ellas poner fin a su propia existencia. Al igual que Al Risheq, Bahr también confía en que la labor del movimiento BDS pueda ayudar a Hamás a alcanzar su objetivo de destruir a Israel.

Recientemente los dirigentes de Hamás tuvieron otro motivo de celebración. En esta ocasión, debido a la decisión de boicotear a Israel adoptada por la Unión Nacional Británica de Estudiantes. Hamás fue el primer grupo que aplaudió dicha decisión e invitó a otros grupos de la comunidad internacional a que hicieran lo mismo que la asociación británica.

Si bien las actividades antiisraelíes del movimiento BDS han envalentonado a Hamás, también han perjudicado a los palestinos que siguen creyendo en la paz y en la coexistencia con Israel. Muchos partidarios del BDS se oponen a cualquier reunión entre israelíes y palestinos, y están en contra de la coordinación de la seguridad en la Margen Occidental entre Israel y la Autoridad Palestina. Al igual que Hamás, muchos integrantes del movimiento quieren que la AP no sólo boicotee los productos israelíes, sino las conversaciones de paz.

Hasta ahora, el movimiento BDS no ha llevado nada bueno a los palestinos. Pretende que los trabajadores palestinos boicoteen a las empresas israelíes, pero no ha sido capaz de ofrecerles una fuente de ingresos alternativa. Si a los partidarios del movimiento les importan de verdad los palestinos, ¿por qué no van a la Franja de Gaza y tratan de defender los derechos de las mujeres que viven bajo el régimen de Hamás? ¿Por qué no van a los territorios palestinos a promover reformas, democracia y libertad de expresión en los Gobiernos de la AP y Hamás?

Al final, parece que el BDS tiene más que ver con odiar a Israel que con ayudar a los palestinos, y con favorecer los planes de Hamás más que con defender la causa de la paz en esta región.

© Versión original (en inglés): Gatestone Institute
© Versión en español: Revista El Medio

Fuente: Revista El Medio