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PortuguesePor: Rabino Lazer Brody
Permítanme introducir este artículo diciendo que el 99% de la población mundial no come bien. En otras palabras: tienen malos hábitos alimenticios, comen alimentos que resultan nocivos para su salud física, mental y espiritual y ni siquiera saben por qué están comiendo.
Con la ayuda de Hashem, esta mini serie de artículos nos dará la clave para un comer sano. No hay nada en todo el mundo que pueda efectuar una mejora tan drástica en el aspecto, la salud, el estado de ánimo y la capacidad de funcionar al mejor nivel como una mejora en la dieta.
Recordemos que comemos no solamente para beneficio de nuestro cuerpo sino también para beneficio de nuestra alma. La mayoría de la gente no es consciente de este hecho tan crucial y ahí es donde cae en la trampa. Hashem no nos dio el cuerpo para que fuese una fuente de placer. El excesivo interés de la sociedad occidental pro la búsqueda de placer y la satisfacción de los apetitos es lo que conduce a la destrucción del cuerpo y del alma. Cualquier médico naturópata o cualquier médico honesto y entendido en el tema les va a decir que las enfermedades son producidas por un comer insano. Esta afirmación tiene un aspecto espiritual y otro fisiológico. Es por eso que nuestro gran sabio Maimónides – que además fue un magnífico médico– dijo hace ya ochocientos años que estaba dispuesto a garantizar la buena salud a toda persona que comiera en forma sana según lo establecen nuestros Sabios. En ese sentido, en esta serie de artículos analizaremos el tema del comer sano desde una perspectiva espiritual y también física.
Rabí Najman de Breslev puso mucho énfasis en el comer sano y escribió varias lecciones sobre el tema, de las cuales la más importante figura en la primera sección de Likutey Moharán lección 47. Rabí Najman analiza el pasaje del profeta Yoel, capítulo 2, versículo 26: “Y comerás, y quedarás satisfecho y alabarás el Nombre de Hashem”. El profeta Yoel nos está diciendo que una vez que venga el Mashíaj y todos poseamos una exaltada conciencia espiritual, entonces comeremos y quedaremos satisfechos. Quiere decir que comeremos con el propósito de dar buena nutrición a nuestros cuerpos y nuestras almas, y no por mera gula. Eso es lo que llamamos “comer sano” en una palabra.
Definamos lo que es la gula: la gula significa que comemos por goce y para satisfacer los apetitos corporales sin tener en consideración la salud física ni espiritual. La gula es lo opuesto al comer sano. Según Maimónides, esa es la causa número uno de todas las enfermedades, incluyendo el c….., que de tan terrible que es preferimos no mencionarlo. Además, la gula forma una cortina de hierro entre el ser humano y Hashem. Y la pesrona no puede acercarse a Hashem hasta que no supere su apetito excesivo por la comida. Esto no lo digo yo sino que lo dice Rabí Najman.
En la Torá 47, dice Rabí Najman: “Aquel que está sumido en la gula está lejos de la verdad, y penden sobre él juicios estrictos. Esto también está indicando desgracias inminentes. Esa persona también ha de sufrir ultraje y humillación”. Rabí Najman continúa explicando que todos estos juicios severos son producto de la falta de luz Divina, pues Hashem aparta Su rostro de la persona que come con gula.
Uno pregunta: “¿Qué tiene de malo si a uno le gusta comer?” ¿Por qué Hashem se aleja de la persona que come pizza y Coca Cola, aunque sea kasher? Pero cuando la gula hace que la persona coma alimentos prohibidos, la situación es todavía peor.
La respuesta es muy simple. Nuestros cuerpos fueron diseñados para que estuvieran sometidos al alma. El cuerpo sin el alma es una pila de desecho orgánico inútil y descompuesto. El alma es la fuerza vital del cuerpo. El cuerpo es el que hospeda el alma y el vehículo que le permite lograr su misión en la tierra, o sea, conocer a Hashem y corregir sus faltas. Cuando el comer está orientado a la gratificación del cuerpo, el alma sufre y Hashem se aleja. Cuando el cuerpo se vuelve fláccido, perezoso, hipertenso, diabético y artrítico entonces el alma sufre y Hashem se aleja. Por lo tanto, el alma no tiene el más mínimo interés en desayunos continentales con café y medialunas ni en comida basura – junk food – ni en azúcar blanca, montones de sal y glutamato de monosodio y paquetes de papas fritas. El paladar y la gula quieren que comas otro pedazo más de torta pero el cuerpo y el alma pagan el precio…
He aquí las buenas nuevas: Rabí Najman enseña que la persona que quiebra la gula es capaz de obrar milagros. El Rebe lo dice más de una vez en la lección 47. Hoy en día es tanta la gente que tiene problemas financieros y de salud – pero si tan sólo cambiaran de hábitos alimenticios, verían enormes milagros.
Fuente: Breslev en español
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