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Saadi Abu Salah

Este trágico caso demuestra cómo la organización terrorista Hamas, que gobierna la Franja de Gaza, explota a los jóvenes y los pone en peligro de muerte. 

Por: United with Israel

El 14 de mayo, en el momento álgido de los disturbios encabezados por Hamas en la frontera de Israel con Gaza y el día más sangriento en las nueve semanas de la «Marcha del Retorno», murió Saadi Abu Salah, de 16 años.

Fue uno de los 62 palestinos, en su mayoría terroristas, muertos ese día mientras asaltaba la frontera internacionalmente reconocida de Israel.

Los lazos de Saadi con Hamas son profundos. Su padre y su tío, afiliado a Hamas, habían sido encarcelados en Israel. Varios de los primos de Sa’adi están cumpliendo condena en prisión israelí por actos de terrorismo.

A pesar de su corta edad, el grupo terrorista lo envió a las líneas del frente cerca de la valla fronteriza, donde sus operarios desempeñaron un papel dominante en los disturbios, un hecho que se hizo evidente por la gran cantidad de muertes de Hamas en estos violentos enfrentamientos.

Saadi recibió cortadores de alambre para atravesar la valla fronteriza para promover así una infiltración masiva en territorio israelí, poniendo así su vida en peligro. Le dispararon las fuerzas de las FDI que defendían la frontera de Israel

A su funeral asistieron funcionarios y operativos de Hamas, y su cuerpo fue envuelto en una bandera de Hamas.

Hamas celebró un servicio conmemorativo para él dos días después, durante el cual se proyectó un vídeo de 14 minutos producido profesionalmente sobre Saadi, y lo elogió como a un «Shaheed heroico».

El vídeo muestra al niño quemando neumáticos, rompiendo la valla de seguridad fronteriza y enfrentándose con soldados de las FDI. Las minuciosas imágenes de las acciones de Saadi solo pueden indicar que un fotógrafo de Hamas lo había estado siguiendo y documentando su participación en los eventos violentos mientras esperaba que muriera.

El padre del adolescente fallecido dice en el vídeo que su hijo siempre había hablado sobre su deseo de convertirse en Shaheed, un guerrero religioso musulmán que muere luchando contra el «infiel», e incluso rezó a Alá para que le concediera su deseo.

El objetivo cínico de Hamas en este evento fue lavarle el cerebro a otros jóvenes palestinos para convertirse en los próximos Saadi Abu Salah.