Es probable que Netanyahu establezca un gobierno con los socios naturales del Likud: El bloque nacionalista y los partidos religiosos.
El primer ministro, Benjamin Netanyahu, declaró la victoria en las elecciones de 2015 después de que su partido, el Likud ganara 30 de los 120 escaños de la Knesset, una amplia mayoría sobre su principal rival, Isaac Herzog del partido Unión Sionista, que recibió 24 escaños. Herzog ha reconocido públicamente la derrota.
Las encuestas previas a la elección mostraron que el Likud inicialmente tenía sólo 20 escaños, cayendo detrás de la izquierda.
Netanyahu participó en una campaña tensa durante los últimos días antes de la votación, en un intento de reunir el mayor apoyo posible, y, por lo visto, fue un éxito. Advirtió que un gobierno de izquierda podría estar formándose después de las elecciones, por lo que muchos se unieron en torno a la bandera Likud, incluso si eso supusiera no votar al partido que ellos pensaban al principio.
Yisrael Beitenu pierde 5 escaños, Shas perdió 4, Bait Yehudi perdió 4 y Yesh Atid perdió 8 – muchos de ellos fueron al Likud.
Una de las estrells de lsa elecciones, Moshe Kahlon, líder del partido Kulanu. (Flash90)
Netanyahu tiene dos opciones. Se puede establecer un gobierno de unidad amplia con el ala izquierda del partido de izquierda o puede establecer una coalición con partidos que históricamente han sido los socios naturales del Likud: El bloque nacionalista y los religiosos.
La primera opción parece poco probable, dicen los expertos. Las diferencias entre el Likud y La Unión Sionista son demasiado grandes, y Netanyahu no los necesita políticamente. Por otra parte, ninguna de las partes parecen estar buscando esa opción.
Netanyahu tiene más posibilidades de establecer una coalición de 67 miembros con Shas, Yisrael Beitenu, Bait Yehudi, Judaísmo de la Torá y el partido Kulanu, liderado por Moshe Kahlon.
Netanyahu, ante la difícil tarea de negociar una coalición, dijo que espera establecer un gobierno tan pronto como sea posible con el fin de continuar con su trabajo como líder de Israel.
Por: Aryeh Savir
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