Los dos candidatos principales para obtener la mayor cantidad de mandatos en estas próximas elecciones, no dejan pasar oportunidad frente a los micrófonos para atacarse mutuamente. Siempre encuentran un motivo para enfrentarse discursivamente. En general, Gantz arremete a Netanyahu por sus causas de corrupción y Netanyahu le devuelve a Gantz por un posible acercamiento del ex jefe de las FDI a la Lista Conjunta, la alianza de cuatro partidos árabes.
Por Edy Junovich / Aurora
A sólo cuatro días para que la sociedad israelí concurra a las urnas, los partidos políticos juegan sus últimas cartas. La ambición de estos será conseguir resultados distintos y positivos, como no lo hicieron en las dos votaciones anteriores.
En Kfar Hamacabia se presentó Benny Gantz. El líder de Azul y Blanco salió a bancar su postura de no compartir gobierno con Netanyahu. «Miramé a los ojos, debido a tu obsesión por escapar del juicio estás mintiendo, dividiendo , ensuciando, difundiendo rumores maliciosos e incitando» acusó el creador del partido Resilencia por Israel.
Gantz considera que la campaña de Netanyahu fue muy sucia y la catalogó como » un crimen de odio contra la democracia y la sociedad israelí». No es una sensación la ruptura de relaciones, sino una muestra clara de la realidad.
Al ciudadano le dicen que son enemigos, desde la moralidad. En ese sentido, Gantz considera a Netanyahu un hombre de doble discurso. Los antecedentes que marca el actual líder de la oposición sobre Netanyahu son sentenciosos. «Hace solo un año y medio, me ofreciste unirme al Likud y convertirme en tu ministro de defensa, y hace solo dos meses me llamaste y me ofreciste ser primer ministro».
Netanyahu, quien tiene una facilidad comprobada para el discurso, respondió minutos más tarde desde el hotel Crowne Plaza de Jerusalén. «En esta elección, escuché a nuestros rivales explicar que nosotros somos negros y ellos son blancos. Ahora escuché a Benny Gantz decir que nosotros dividimos la sociedad israelí. Ellos Incitan y los escuchamos quejarse de la incitación» respondió el primer ministro.
Los dos candidatos buscan a «su manera» encontrar los votos perdidos. Netanyahu no sólo salió al cruce frente a Gantz, sino también contra Naftali Benett. Sigue considerando que fue un error prescindir de Itamar Ben Gvir en la lista de Yamina (Derecha), pero que ese enojo no significa que «80,000 votos tengan que ser arrojados a la papelera nuevamente». El líder del Likud busca descomponer los frentes más pequeños.
El menú ya fue exhibido, solo falta saber qué harán los comensales. No quieren lugar para los dos, pero tampoco podrían formar gobierno en sin la presencia conjunta de ambos partidos.