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En tiempos donde el recurso escasea, la detección y reparación de tuberías es fundamental. El ahorro no sólo es económico sino vital para el medio ambiente.

Por Abigail Klein Leichman  

Cuatro soluciones inteligentes de Israel ayudan a ahorrar agua perdida por fugas. Foto: Cesar Augusto Ramírez Vallejo/Pixabay

De acuerdo con la Asociación Internacional del Agua el mundo pierde cada día unos 350.000 millones de litros de agua potable por culpa de las fugas.

Estas fugas pueden surgir en cualquier lugar a lo largo del trayecto que hace el agua desde los embalses o los centros de desalinización hasta las tuberías principales e interiores.

Lamentablemente, la situación nunca había sido tan crítica.

La ONU estima que unos 2.300 millones de personas viven en países con escasez de agua y su uso en el último sigo ha crecido en todo el planeta a una tasa del más del doble de la tasa de aumento de la población.

Ante esta realidad, cuatro compañías de Israel ayudan a localizar y reparar fugas de agua que desperdician un recurso cada vez más escaso.

Ver bajo la tierra

Con sede en Rosh Ha’Ayin y oficinas en San Diego, Tokio y Londres, Asterra (antes Utilis) monitorea la infraestructura de agua en busca de fugas con el uso de imágenes satelitales tomadas de sensores de microondas integrados en los satélites que alquila la empresa.

“Las microondas pueden penetrar hasta casi dos metros s bajo tierra, que es la profundidad de las tuberías de agua”, indicó Lauren Guy, titular de tecnología y fundador de Asterra, a ISRAEL21c.

Gracias a que las microondas son sensibles a la conductividad, Asterra puede diferenciar entre el agua potable y otros tipos de líquido como la lluvia. “Si hay agua potable en el suelo, esta tiene que salir de una tubería. Así, se lo señalamos a la empresa de servicios públicos”, explicó Guy.

Entre 2017 y 2021, Asterra halló más de 46.000 fugas en 59 países, hecho que permitió el ahorro de unos 645.000 millones de litros de agua potable, cifra equivalente, según Guy, a la cantidad utilizada por año en una ciudad de tres millones de personas.

El éxito de detección de fugas de Asterra también redujo las emisiones de dióxido de carbono en 108.339 toneladas métricas y ahorró 423.200 megavatios hora de energía.

“Eso se debe a que el 17 por ciento de la energía utilizada en la mayoría de los países desarrollados está empujando agua desde el embalse o la planta desalinizadora. Y el 25-30 por ciento se pierde a través de fugas, por lo que es una gran merma de energía”, describió Guy.

El ejecutivo añadió que Asterra puede ver a través de todo el sistema de distribución pero su principal contribución es detectar fugas en las pequeñas líneas de servicio que van desde la red de agua hasta cada hogar.

Cerca del 70 por ciento de las fugas ocurren en estas tuberías más pequeñas, que son menos evidentes porque la presión es más baja que en la tubería principal de agua.

“Pueden filtrarse durante años antes de que alguien se dé cuenta. Con el uso de imágenes satelitales manipuladas con nuestro algoritmo, podemos hacerles ver a las empresas de servicios públicos dónde creemos que están las fugas para que las arreglen”, dijo Guy.

El sistema de Asterra no requiere hardware ni gastos de capital.

Gracias a su versatilidad también ayudó en proyectos humanitarios como cuando en 2019 el huracán Dorian destruyó gran parte de la infraestructura de la compañía de aguas de Bahamas.
Allí, la organización humanitaria israelí IsraAID ayudó a diseñar una estrategia de agua de emergencia e introdujo la tecnología de Asterra para reducir las fugas y la energía. consumo.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) también usó el sistema de Asterra para mejorar la gestión de los recursos hídricos en América Latina y el Caribe.

Agua residual residencial

En EEUU se estima que por año se pierden casi 3.785 millones de litros de agua.

Ante esto, el micrómetro FlowDX de DrizzleX les muestra a los residentes de edificios multifamiliares exactamente cuánta agua están usando y alerta a los administradores de propiedades sobre patrones anormales que pueden indicar fugas.

Fundada en 2019 por la ingeniera y matemática israelí Esther Altura, DrizzleX tiene más de 3.000 instalaciones en 700 edificios de apartamentos en California, Connecticut, Massachusetts, Georgia y Nueva York.

“En general, cuando instalamos nuestro sistema descubrimos fugas de inmediato, y cuando las arreglan, el consumo de agua puede reducirse en un 30 por ciento o más”, le contó Altura a ISRAEL21c en Español.

La especialista recordó que una vez le envió un alerta a un propietario en EEUU pero que este la ignoró porque no podía creer que ella pudiera sentarse en Jerusalén y decirle que había una fuga en el tanque del inodoro en el apartamento 21 en Huntington Beach.

Finalmente, el propietario finalmente arregló el inodoro después de dos meses de alertas. Mientras tanto, el sanitario desperdició más de medio millón de litros de agua. “Su factura de agua para un edificio de 31 unidades se duplicó debido a ese inodoro con fugas. Ahora me cree de inmediato. Tengo otros propietarios que ven las fugas en nuestro tablero y diez minutos después se arreglan”, reveló.

Además, Altura explicó que las alertas de DrizzleX se basan en datos y no en sensores de movimiento.
Esta información recopilada de los micrómetros va a una base de datos en la nube, donde es monitoreada con inteligencia artificial y analizadas en busca de patrones de uso anormales. “Podemos asociar la información que tenemos con un edificio, apartamento y electrodoméstico en particular”, indicó Altura.

Detección acústica

Por su parte, la empresa Aquarius Spectrum usa sensores acústicos avanzados para la detección temprana de fugas de agua superficiales y subterráneas en redes municipales de distribución en los cinco continentes.

La tecnología de Aquarius Spectrum correlaciona de forma automática los datos entre cada par de sensores, los analiza con inteligencia artificial para verificar y señalar la ubicación exacta de las fugas y les presenta a los operadores una estimación de su tamaño e intensidad en un panel de usuario .

“Muchas grandes empresas de servicios públicos buscan adoptar soluciones innovadoras que permitan el monitoreo continuo y remoto de su red de agua”, expresó Naama Zeldis, directora ejecutiva de Aquarius Spectrum.

Una empresa de servicios de agua de EEUU ubicó y arregló fugas en el primer mes luego de instalar 150 de los sensores AQSense-Edge más nuevos de la compañía.

“En otro proyecto allí, en el que el cliente se actualizó con los nuevos sensores, se hallaron y repararon más de 20 fugas”, contó Zeldis.

Se acuerdo con ella, en los últimos 12 años Aquarius desplegó más de 10.000 sensores acústicos que abordan todo tipo de infraestructura de agua.

Autodetección y reparación

En otro orden, la compañía Curapipe ofrece una solución de autodetección y reparación de fugas en las tuberías sin excavación.
La idea es hallar defectos en las juntas, perforaciones o grietas en las tuberías principales de agua y de servicio.

Peter Paz, uno de los directores ejecutivos, manifestó que esos problemas son responsables de la mayor parte de las pérdidas de agua potable.

La tecnología de reparación automática de fugas sin zanjas (TALR) de la empresa usa la presión del agua para enviar un “tren” que contiene un sellador compuesto a través de las tuberías.
El sistema encuentra y repara de forma automática los defectos a medida que pasa sobre ellos.

“TALR se aplica en redes que sufren pérdidas extremas de agua, incluso hasta el 60 por ciento del suministro total. Nuestra solución es muy superior a la excavación y reparación manual cuando se trata de una reducción masiva de los niveles de fugas”, le dijo Paz a ISRAEL21c en Español.

La interrupción del servicio es mínima ya que la empresa de servicios públicos no tiene que drenar o limpiar las tuberías primero. De ese modo, la operación se puede terminar en menos de un día.

El sistema también mide y mantiene una base de datos del nivel exacto de fuga reparada

TALR fue creado en 2007 por cuatro expertos en materiales e hidráulica y se desarrolló en proyectos piloto en Londres y Jerusalén.

Se acuerdo con Paz, los datos de campo de los proyectos de Curapipe en Israel, Italia, Sudáfrica, Brasil, México y el Reino Unido indican que TALR reduce más del 90 por ciento de los niveles de fuga.

En un caso, Curapipe reparó todas las fugas en una tubería de agua de hierro fundido de un kilómetro de largo en Brescia (Italia) que generaba una pérdida de unos diez metros cúbicos cada hora.
El arreglo generó un ahorro efectivo de 89,8 millones de litros de agua que se habrían filtrado de esa tubería en el transcurso de un año.

Fuente: ISRAEL21c