El Servicio de Seguridad General (Shabak) desmanteló una célula del Estado Islámico, en un operativo conjunto con la policía, hace aproximadamente un mes. Un acta de acusación fue labrada en contra de seis sospechosos.
De acuerdo con la imputación los seis detenidos planeaban perpetrar ataques en Jerusalén y Tel Aviv.
Los miembros de la célula planearon atentados con explosivos, secuestros, disparos con armas de fuego, y apuñalamientos, indica la acusación.
Cuatro de los imputados intentaron sumarse al Estado Islámico en la península de Sinaí y en Siria; pero por diversas razones no lo lograron.
Los detenidos están domiciliados en los barrios de Shuafat (un antiguo campo de refugiados) y Anata, ambos en Jerusalén este.
Los acusados fueron arrestados a mediados de agosto, pero el caso fue mantenido bajo el secreto de sumario, ordenado por el tribunal.
Los acusados establecieron un grupo de estudio (“halaqah”), que se reunía varias veces por semana, para aprender la ideología de la organización terrorista.
Sus integrantes observaban videos de propaganda del Estado Islámico, incluyendo discursos de los cabecillas del grupo, reconstrucciones de los combates, ejecuciones, asesinatos y reportes de conquistas de organización.
Ahmed Shweiki, uno de los acusados instó a los miembros de la célula a destruir a los infieles, judíos y cristianos y árabes que no cumplen las leyes del Estado Islámico. Les ordenó cortarse el pelo y dejarse crecer la barba como los jihadistas, y también vestir pantalones amplios como los combatientes del grupo.
Amr al Bayah y Mohammed Hamid de Shuafat, dos de los acusados, se reunieron tras haber fracasado en el intento de abandonar Israel en dirección a Siria para unirse al Estado Islámico. Al Bayah dijo en una reunión que planeaba perpetrar un ataque contra judíos en Israel, y Hamid aceptó sumarse. Tras no poder comprar una ametralladora Kalachnikov, al Bayah le dijo a Hamid que compraría un contenedor en donde fabricar explosivos para ser empleados en una ataque contra los complejos gubernamentales (Kiriá) de Jerusalén y Tel Aviv.
Fuente: Aurora