» Presidente Trump, Donald, me siento honrado de estar aquí hoy junto con mi esposa Sara; el Ministro Yariv Levin; el Embajador Ron Dermer, Ron, gracias por todo lo que han estado haciendo; el Asesor de Seguridad Nacional Meir Ben-Shabbat, gracias también Meir; y toda nuestra delegación.
Nos sentimos honrados de estar aquí con usted Señor Presidente; con el Secretario de Estado Mike Pompeo, lo felicito Mike; el Secretario del Tesoro Steve Mnuchin; el Asesor de Seguridad Nacional Robert O’Brien; la Embajadora de Estados Unidos en la ONU Kelly Craft; Jared Kushner e Ivanka, es bueno verlos a ambos..
Es bueno ver al Embajador David Friedman, siempre dinámico y optimista, Jason Greenblatt, Avi Berkowitz, Brian Hook y al resto de su excepcional equipo del plan de paz, Señor Presidente.
Es bueno estar aquí con las otras distinguidas damas y caballeros de su administración, con senadores y miembros del Congreso que son los mejores amigos de Israel en el Capitolio. Gracias.
Con los Embajadores de los Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Omán, qué placer verlos aquí y qué señal presagia esto, iba a decir del futuro, qué señal presagia esto para el presente.
A todos ustedes y a los otros numerosos invitados distinguidos que están aquí hoy.
Este es un día histórico y recuerda otro día histórico. Recordamos el 14 de mayo de 1948, porque ese día el presidente Truman se convirtió en el primer líder mundial en reconocer al Estado de Israel después de que nuestro primer ministro David Ben-Gurión declarara nuestra independencia. Ese día deparó un futuro brillante.
Señor Presidente, creo que a lo largo de las décadas, y quizás a lo largo de los siglos, también recordaremos el 28 de enero de 2020. Porque en este día, se convirtió en el primer líder mundial en reconocer la soberanía de Israel sobre las áreas de Judea y Samaria que son vitales para nuestra seguridad y centrales para nuestro patrimonio. Y en este día, usted también ha impulsado un futuro brillante para los israelíes, los palestinos y la región al presentar un camino realista hacia una paz duradera.
Desde el momento de su nacimiento, Israel ha anhelado la paz con nuestros vecinos palestinos y la paz con el mundo árabe en general. Durante décadas, esa paz ha resultado difícil de alcanzar a pesar de tantos planes bien intencionados. Uno tras otro fallaron. ¿Por qué fallaron? Fracasaron porque no encontraron el equilibrio adecuado entre la seguridad vital de Israel y los intereses nacionales y las aspiraciones de los palestinos a la autodeterminación. Demasiados planes intentaron presionar a Israel para que se retire de un territorio vital como el Valle del Jordán.
Pero usted, señor Presidente, reconoció que Israel debe tener soberanía en el Valle del Jordán y en otras zonas estratégicas de Judea y Samaria. En lugar de simplemente cerrar los ojos y esperar lo mejor, usted reconoció que Israel debe tener soberanía en lugares que permitan a Israel defenderse por sí mismo.
Durante mucho tiempo, demasiado tiempo, el corazón mismo de la Tierra de Israel donde oraron nuestros patriarcas, nuestros profetas predicaron y nuestros reyes gobernaron ha sido calificado escandalosamente como territorio ocupado ilegalmente. Bueno, hoy señor Presidente, usted está terminando con esta gran mentira. Está reconociendo la soberanía de Israel sobre todas las comunidades judías de Judea y Samaria, tanto las grandes como las pequeñas.
Estos, como los distinguidos pastores que están aquí saben muy bien, estos son lugares inscriptos en las páginas de la Biblia. Estos son lugares que están labrados en la base de nuestra civilización común. La tumba sagrada en Hebrón, donde los patriarcas y las matriarcas del pueblo judío están sepultados; Beit El, donde Jacob soñó con una escalera que ascendió a los cielos; Shiloh, donde se hallaba el Arca de la Alianza que contuvo los Diez Mandamientos durante siglos. Eso es lo que sucedió en Shiloh.
Gracias a usted, Señor Presidente, estas áreas y tantas otras, que durante milenios se han grabado en el alma del pueblo judío y han inspirado la imaginación de millones de personas a lo largo y ancho de todo el mundo, estas áreas serán ahora reconocidas por los Estados Unidos como una parte permanente del Estado judío.
Señor Presidente, debido a este reconocimiento histórico, y porque creo que su plan de paz encuentra el equilibrio adecuado donde otros planes han fracasado, he acordado negociar la paz con los palestinos sobre la base de su plan de paz.
Es un gran plan para Israel. Es un gran plan para la paz. Francamente, señor Presidente, visto y considerando todo lo que ya ha hecho por Israel, no me sorprende. Usted ha sido el mejor amigo que Israel haya tenido alguna vez en la Casa Blanca. Francamente, aunque hemos tenido algunos grandes amigos destacados en estos pasillos, ni siquiera se le aproximan.
Sus decisiones históricas de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel, de reconocer la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán, de reafirmar las afirmaciones legales de Israel en Judea y Samaria, de hacerle frente a Irán, de retirarse de ese peligroso acuerdo con Irán, de enfrentarse, de enfrentarse no es la palabra, de eliminar a Qassem Soleimaní, de apoyar y alentar la cooperación increíble entre Israel y los Estados Unidos en los ámbitos militar y estratégico y de inteligencia, todo esto es testimonio de la amistad y la profundidad de su liderazgo y compromiso con Israel.
Desde nuestra primera reunión aquí en la Casa Blanca hace tres años, usted dejó en claro repetidamente su compromiso de ayudar a Israel a lograr la paz con los palestinos y la paz con el resto del mundo árabe.
Señor Presidente, comparto ese compromiso y espero ansiosamente trabajar con usted para lograr una paz que proteja la seguridad de Israel, proporcione a los palestinos dignidad y su propia vida nacional y mejore las relaciones de Israel con el mundo árabe. Su plan de paz permite avanzar hacia todos estos objetivos.
En primer lugar, aborda la causa raíz del conflicto al insistir en que los palestinos finalmente tendrán que reconocer a Israel como el Estado judío
En segundo lugar, estipula que Israel mantendrá el control de la seguridad en toda la zona al oeste del río Jordán, lo que le dará a Israel una frontera oriental permanente. Una frontera oriental permanente para defendernos a través de nuestra frontera más extensa. Esto es algo que hemos anhelado tener y ahora tenemos un límite tan reconocido.
En tercer lugar, su plan solicita que Hamás sea desarmado y que Gaza sea desmilitarizada.
En cuarto lugar, deja en claro que el problema de los refugiados palestinos debe resolverse fuera del Estado de Israel.
En quinto lugar, proclama que nuestra antigua capital, Jerusalén, permanezca unida bajo la soberanía de Israel. Y, por supuesto, asegura que los sitios religiosos sigan siendo accesibles para todas las religiones y conserve el Status Quo en el Monte del Templo.
En sexto lugar, su plan no desarraiga a nadie de sus hogares, israelíes y palestinos por igual. En su lugar, propone soluciones innovadoras por las que los israelíes estarán conectados con Israel y los palestinos también estarán conectados entre sí.
Señor Presidente, Israel quiere que los palestinos tengan una vida mejor. Queremos que tengan un futuro de dignidad nacional, prosperidad y esperanza. Su plan de paz ofrece a los palestinos ese futuro. Su plan de paz ofrece a los palestinos un camino hacia un estado futuro.
Sé que puede llevarles mucho tiempo llegar al final de ese camino. Incluso puede llevarles mucho tiempo llegar al comienzo de ese camino. Pero si los palestinos están genuinamente preparados para tomar ese camino, si están realmente preparados para hacer las paces con el Estado judío, y si aceptan cumplir con todas las condiciones que usted ha presentado en su plan, Israel estará allí. Israel estará dispuesto a negociar la paz de inmediato.
Independientemente de la posición palestina, Israel preservará el camino de la paz en los próximos años. Durante al menos cuatro años, Israel mantendrá el statu quo en áreas que su plan no designe como parte de Israel en el futuro.
Al mismo tiempo, Israel aplicará sus leyes al valle del Jordán, a todas las comunidades judías de Judea y Samaria y a otras áreas que su plan designa como parte de Israel y que los Estados Unidos han acordado reconocer como parte de Israel. Me gusta eso.
Esta decisión protegerá la seguridad de Israel, garantizará los intereses nacionales de Israel y dejará abierta la posibilidad de un arreglo político con los palestinos en los próximos años.
Señor Presidente, espero que los palestinos adopten su visión de paz. Acepten el plan que usted, su equipo y nosotros trabajamos tan duro para lograr. Espero que aprovechen la oportunidad que ofrece su amplio plan económico. Lo he leído. Se necesita un enorme talento para rechazar $ 50 mil millones en inversión. Sé lo que eso le provoca a una economía. Sé lo que le hará a la vida palestina. Sé lo que brindará a los jóvenes de la región.
Espero que los palestinos acepten esto y construyan con Israel un futuro de prosperidad y paz. También espero que nuestros otros vecinos árabes acepten su visión y forjen un camino de reconciliación con Israel que pueda crear para todos nosotros un futuro brillante.
Señor Presidente, quiero felicitar a su fantástico equipo. No hay otra palabra. Su fantástico equipo de paz por todo su trabajo. Jason Greenblatt, gracias Jason por el excelente trabajo que hizo como enviado de paz de Estados Unidos durante casi tres años. Avi Berkowitz, gracias Avi por salir de su importante papel detrás de escena y trabajar hábilmente en los últimos meses para elaborar este plan. Embajador David Friedman, gracias David. Gracias por su aporte esencial a este esfuerzo y por el excelente trabajo que hacen todos los días para fortalecer la gran alianza entre Israel y América.
Y Jared Kushner, sin su sabiduría, su persistencia y su determinación, este día nunca habría llegado. Sé cuánto significa el futuro judío para usted y para su familia. Bueno Jared, hoy ha ayudado a asegurar ese futuro. El estado judío le debe a usted, y le debe al presidente Trump, una eterna deuda de gratitud.
Señor Presidente, en ese día histórico del 14 de mayo de 1948, tanto David Ben-Gurión como el Presidente Truman tuvieron que tomar una decisión crucial. Muchos argumentaron que Ben-Gurión no debería declarar la independencia de Israel. Muchos sostuvieron que el presidente Truman no debería reconocer al Estado judío. Pero ambos líderes entendieron la magnitud de la hora. Aprovecharon el momento y cambiaron la historia.
Como usted, señor Presidente, entiendo la magnitud de este momento. Con usted, Señor Presidente, estoy dispuesto a aprovechar el momento y cambiar la historia.
Sé que habrá oposición. Siempre hay oposición. Sé que habrá muchos obstáculos en el camino. Muchas críticas. Pero tenemos un viejo dicho judío: «Si no ahora, ¿cuándo? Y si no nosotros, ¿quién?»
Señor Presidente, su propuesta del siglo es la oportunidad del siglo. Y tenga la seguridad de que Israel no perderá esta oportunidad.
Señor Presidente, Donald, Israel tiene la bendición de tener su amistad y su poderoso liderazgo e Israel tiene la bendición de tener la amistad de la mayor potencia en la tierra, los Estados Unidos de América.
Que Dios bendiga a América, que Dios bendiga a Israel y que Dios nos bendiga a todos con seguridad, prosperidad y paz».
Comunicado del Asesor de Prensa del primer ministro. Publicado en Aurora