(AP/Hassan Ammar, Archivo)

“Los ataques de hoy fueron necesarios para proteger y defender al personal de EE.UU”, dijo en un comunicado el portavoz del Comando Central, el coronel Joe Buccino.

Por Associated Press

El ejército estadounidense dijo el pasado miércoles que llevó a cabo ataques aéreos en el este de Siria dirigidos a áreas utilizadas por las milicias respaldadas por la Guardia Revolucionaria paramilitar de Irán.

No hubo un reconocimiento inmediato por parte de los medios de comunicación estatales de Siria de los ataques contra Deir Ez-Zor. Irán tampoco reconoció el ataque.

El monitor de guerra de la oposición siria, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos y el colectivo activista Deir Ezzor 24, dijo que los ataques aéreos se dirigieron contra el campamento Ayash, dirigido por el grupo Fatimiyoun, formado por combatientes chiítas de Afganistán. El monitor de guerra informó que al menos seis militantes sirios y extranjeros murieron en los ataques aéreos.

El Comando Central del ejército de EE. UU. dijo que los ataques “tomaron medidas deliberadas y proporcionadas con la intención de limitar el riesgo de escalada y minimizar el riesgo de víctimas”. No identificó los objetivos ni ofreció cifras de víctimas de los ataques, que según el ejército se produjeron por orden del presidente Joe Biden.

“Los ataques de hoy fueron necesarios para proteger y defender al personal estadounidense”, dijo en un comunicado el portavoz del Comando Central, el coronel Joe Buccino.

El coronel agregó que el ataque fue en respuesta a un ataque del 15 de agosto contra las fuerzas estadounidenses. En ese ataque, los drones supuestamente lanzados por las milicias respaldadas por Irán apuntaron a la guarnición de al-Tanf utilizada por las fuerzas estadounidenses.

Deir Ez-Zor es una provincia estratégica que limita con Irak y contiene campos petroleros. Los grupos de milicianos respaldados por Irán y las fuerzas sirias controlan el área y, a menudo, han sido el objetivo de los aviones de guerra israelíes en ataques anteriores.

Las fuerzas estadounidenses ingresaron a Siria en 2015, respaldando a las fuerzas aliadas en su lucha contra el grupo Estado Islámico.