Estados Unidos vetó un proyecto de resolución en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que pedía a Washington que rescindiera su declaración de Jerusalem como capital de Israel, una movida que buscaba mostrar la oposición internacional a la decisión del presidente norteamericano, Donald Trump.
Estados Unidos fue el único miembro del consejo que se opuso a la propuesta de resolución presentada por Egipto; en tanto que los otros catorce miembros votaron a favor.
La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, condenó la propuesta de resolución que rechazaba la decisión de Trump de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel.
Haley calificó la resolución de “insulto” que no será olvidado, indicando que la ONU obligó a EE.UU. a ejercer el veto simplemente porque está en su derecho de decidir dónde pondrá su embajada.
“Fue el primer veto emitido por Estados Unidos en el Consejo de Seguridad en más de seis años”, puntualizó Haley.
“Lo hacemos sin alegría, pero lo hacemos sin renuencia”, manifestó. “El hecho de que este veto se haga en defensa de la soberanía estadounidense y en defensa del papel de Estados Unidos en el proceso de paz del Medio Oriente no es una fuente de vergüenza para nosotros, sino una vergüenza para el resto del Consejo de Seguridad”.
“Ningún país le dirá a Estados Unidos dónde poner su embajada”, le espetó Haley a los miembros del Consejo de Seguridad.
Haley rechazó las afirmaciones de que el histórico anuncio de Trump, del 6 de diciembre, obstaculiza el proceso de paz israelí-palestino.
“Son escandalosas las afirmaciones de que estamos retrasando el proceso de paz”, expresó Haley. “¿Qué ganan los palestinos con poner obstáculos en las negociaciones?”.
“Un proceso de paz que niega Jerusalem como capital de Israel no es un proceso de paz”.
Fuente: Aurora
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