En un país como Israel, acostumbrado a las críticas, los acontecimientos mundiales refuerzan su postura frente a los múltiples retos que enfrenta como nación. Las críticas a Israel son el “pan de cada día” que soportan sus ciudadanos y el gobierno que les representa. El Estado de Israel es un referente mundial para todas las naciones, que al final demostrará la razón que le sustenta. El derecho de Israel a forjar su propio futuro no puede ser cuestionado. La razón prevalecerá frente a toda crítica.
El Primer Ministro Netanyahu tiene que enfrentarse a las críticas de los enemigos declarados de Israel y a las críticas de aquellos, que enarbolan la bandera de la amistad. El Presidente Obama, amigo de Israel en sus propias palabras, representa la ambigüedad frente a la firmeza que muestran otros dignatarios norteamericanos respecto a Israel. No hay vez que el Sr. Obama se entreviste con el Sr. Netanyahu sin que saque a relucir las ya conocidas críticas a Israel sobre los mal llamados asentamientos.
El bumerán de los asentamientos, que continuamente lanza el Sr. Obama contra Israel, volverá a sus propias manos en una forma u en otra. Los recientes acontecimientos de violencia racial en Estados Unidos se reproducen, con cada crítica malsana contra Israel. Alguien debería pensar en esto. El Sr. Obama debería estar más consciente y ser más comedido en sus declaraciones “amistosas” sobre Israel.
Uno de esos cariñosos bumeranes, que al Sr. Obama le gusta lanzar al campo israelí, se basa en que la raíz del conflicto con los palestinos son los ya reiterados asentamientos. Gracias al Cielo que Israel tiene un buen y hábil representante en la figura del Sr. Netanyahu que aseveró “incluso si nos retiráramos a las fronteras del 67 no solucionaríamos nada” como quedó demostrado con la retirada unilateral de Gaza por parte de Israel. En la ya casi extinta administración del Sr. Obama lanzar el bumerán de la crítica contra Israel ha sido el deporte de moda. La constante insistencia del Sr. Obama en acusar a Israel, como responsable de la inestabilidad en Oriente, se volverá en su contra tarde o temprano.
Las declaraciones públicas del Sr. Obama del gran peligro, como así lo ha definido, que suponen los asentamientos para la continuidad del terrorismo y de un estallido de violencia en Israel son más que inaceptables. Las preocupaciones del Sr. Obama deberían encaminarse al estallido de violencia racial, que ya se ha producido, en Estados Unidos y a las actividades terroristas del islamismo dentro de Norteamérica.
Las acciones que Israel está tomando para defenderse, del terrorismo yihadista palestino, están siendo puestas en marcha en muchas partes del mundo. El muro defensivo que Israel ha levantado para limitar los ataques terroristas ha salvado muchas vidas y las seguirá salvando en el futuro, pero aun así sigue siendo criticado ¿Limitará estas críticas a Israel la continuidad de la construcción del muro defensivo y de los asentamientos? No, en absoluto. Israel seguirá con su política defensiva, y de construcción de viviendas para sus ciudadanos, le pese a quién le pese. Nos hacemos una última pregunta ¿A quién pretende contentar el Sr. Obama con estas malsonantes declaraciones? El bumerán está lanzado y nos tememos que pronto estará de vuelta contra las mismas manos que lo lanzaron ¡Criticar a Israel está de moda!
Por: José Ignacio Rodríguez