El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas rechazó el proyecto de resolución sobre un Estado Palestino por la una votación que de ocho países a favor, dos en contra y cinco abstenciones.
Francia, China y Rusia, Argentina, Chile, Chad, Jordania y Luxemburgo apoyaron el borrador palestino que reclamaba un plazo de doce meses para negociar un acuerdo final con Israel, y la retirada total de Cisjordania (Judea y Samaria) y Jerusalén oriental para fines de 2017.
Estados Unidos y Australia votaron en contra.
Los votos decisivos y dramáticos fueron los de Nigeria y Ruanda, que tenían intenciones de votar a favor de los palestinos; pero decidieron abstenerse en el último minuto. Para aprobar la resolución la Autoridad Palestina precisaba un mínimo de nueve votos a favor.
Los otros países que se abstuvieron fueron Gran Bretaña, Lituania, y Corea del Sur.
Los diplomáticos israelíes se mostraron decepcionados de Francia que apoyó la resolución; a pesar de sus objeciones a la formulación del texto y que París fracasó en los intentos de lograr una versión más moderada.
Los palestinos estaban seguros poco antes de la votación que tenían en el bolsillo los nueve votos necesarios para la aprobación parcial de la resolución. Si ese hubiera sido el caso, Estados Unidos habría bloqueado su aprobación final, empleando su derecho a veto.
La embajadora de Jordania, Dina Kawar, la representante árabe ante el Consejo de Seguridad, dijo tras una reunión a puertas cerradas con los delegados de la Liga Árabe antes de la votación, que los veintidós embajadores apoyaban el llamado de los palestinos para que se vote el borrador final que había sido elevado el lunes pasado.
El proyecto de resolución palestino instaba a la retirada israelí de Cisjordania en un plazo de tres años y a la declaración de Jerusalén este como la capital del Estado palestino.
El Canal 2 reportó, que según los palestinos, Francia y Luxemburgo votarían a favor de la resolución y por ello pensaban que alcanzaría el mínimo de nueve votos de los quince miembros que componen el Consejo de Seguridad, obligando a Estados Unidos a ejercer el veto.
Washington insiste en un acuerdo de paz negociado entre Israel y los palestinos, y se opone a un cronograma unilateral impuesto por una tercera parte.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, mantuvo conversaciones telefónicas durante los últimos dos días con los ministros de Exteriores de Gran Bretaña, Chile, Egipto, Francia, La Unión Europea, Alemania, Jordania, Lituania, Luxemburgo, Rusia y Arabia Saudita. También dialogó con los presidentes de Ruanda y de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
El vocero del Departamento de Estado, Jeff Rathke, manifestó que muchos países comparten la opinión de Washington de que la resolución “es destructiva e inoportuna”.
“Todo el tiempo que pasa sin una negociación constructiva entre las partes aumenta la polarización y se permite mayor espacio para desestabilizar los esfuerzos”, apuntó el vocero.
Los palestinos sufrieron un dramático revés. Pero Israel tampoco salió demasiado victorioso. Al sumar solamente a Estados Unidos y Australia, no se puede decir precisamente que haya gran empatía internacional por la posición del Estado judío.
Fuente: Aurora