Eyal Biram (Instagram)

Eyal Biram es uno de los jóvenes más requeridos hoy en día.

Por: Aurora

El CEO de Israel-is, una ONG dedicada a formar “embajadores” para mejorar la imagen de Israel en el exterior, estuvo en boca de todo el mundo durante los últimos años, por una serie de reuniones con jóvenes marroquíes, emiratíes y bahreiníes. En medio del proceso de los Acuerdos de Abraham, el joven que fue tapa de Forbes y hoy se dedica a su proyecto, recibió a AURORA para conversar acerca de sus ideas, sus motivaciones y la actualidad política en Israel y en el mundo.

Aurora: Tu reunión con jóvenes de países árabes tuvo mucha repercusión, ¿creés que es posible fortalecer este tipo de acciones y la conexión entre diferentes pueblos?

Eyal Biram: Ante todo gracias por la invitación, es un placer participar de esta entrevista. Yo soy el CEO de Israel-is y cuando comenzamos, lo hicimos con la percepción general de que para construir relaciones entre países, lo importante son las personas, no los gobiernos. Creemos que la diplomacia es persona a persona. Cada uno tiene diferentes culturas, historias, venimos de distintas ciudades. Por eso creímos que el desafío era poder cambiar y acercarnos a otros. Cuando se anuncian los Acuerdos de Abraham estábamos en Israel y no podíamos pensar en ningún amigo árabe. Teníamos en América Latina, en Europa, en Estados Unidos, en Australia. Incluso en África. Pero no de países árabes. Encima luego vino la investigación de la Corte Penal Internacional y quedó clara la importancia de esta construcción personal para dar a conocer lo que es Israel. Era construir un puente. A través de las redes, como Twitter, nos contactamos con influencers de los países que suscribieron a los Acuerdos y tuvo muchísima repercusión. Llegó a la BBC, incluso a Donald Trump. Creo que lo importante es entender que los gobiernos hacen la paz pero ésta se solidifica por las personas, especialmente los jóvenes.

A: Es interesante esto último… ¿había muchos prejuicios mutuos entre ustedes y los jóvenes de países árabes?

EB: Creo que alrededor del mundo hay prejuicios. Cuando tuvimos el encuentro con los jóvenes emiratíes, nos dimos cuenta de que las similitudes eran varias. No es el chiste clásico de que van a la escuela en Ferrari y que tienen tigres. Tenemos los mismo desafíos, como la cuestión ambiental, la renovación de liderazgos, el Covid-19. En noviembre me tocó viajar a EAU y me sorprendió la perspectiva en común.

A: Aurora es una revista que es muy leída en la diáspora hispanohablante, y desde donde los Acuerdos de Abraham fueron observados con mucha atención y esperanza… ¿qué le dirías a América Latina sobre las oportunidades que se abren ahora?

EB: Lo central es que la conexión entre Israel y el mundo árabe se puede reflejar alrededor del mundo. Hay comunidades judías y árabes que pueden vivir en conjunto, retomo la idea esa del puente. Los Acuerdos son un modelo a seguir, sin duda. Esperamos que sean relevantes en diferentes lugares, y que traigan beneficios e innovación.

A: ¿Cómo ves el futuro de Israel-is?

EB: Israel-is nace por nuestra experiencia como soldados viajando por el mundo. Compartiendo lo que es Israel en diversas comunidades. En cuatro años ya trabajamos con más de 5.000 jóvenes de diferentes extracciones. Y solamente puedo imaginarme más crecimiento en diferentes lugares. Construir un “marroqu-is”, “bahrein-is”, “emirat-is”.

A: ¿Te gustaría meterte en política?

EB: En Israel la política es algo ineficiente. Creo que el mejor lugar para hacer los cambios es el sector privado, las ONGs. Nosotros somos un ejemplo pero hay muchos más. En el país hay 40.000 ONGs con diferentes responsabilidades y proyectos. Como dije antes, nosotros apostamos por un crecimiento persona a persona, no gobierno a gobierno. Hoy estoy con mi proyecto, feliz, y quiero seguir desarrollándolo.

A: Vamos por la cuarta elección…

EB: (Ríe) Y prepárense para la quinta.

A: Bueno, vos decís eso y esa es la pregunta… ¿qué piensa la juventud de esta situación tan anómala?

EB: Creo que es un problema mundial y es que los líderes son gente grande. Lo vimos en las elecciones de Estados Unidos, eran dos candidatos septuagenarios. No está mal per se, es gente con experiencia, profesional, pero es necesario oxigenar. Creo que es el desafío de nuestra generación, ser capaces de adaptarse, de entender cambios como el e-commerce, o las plataformas. Son cambios que también impactan en lo político.

A: A pesar de esos problemas, mucha gente de todo el mundo, y en Latinoamérica es muy claro, elige irse a Israel… ¿por qué creés que pasa eso?

EB: Obviamente Israel es el hogar del pueblo judío. Es un orgullo que hayan olim que vengan aquí. Creo que este país tiene una gran capacidad de innovación, de adaptación. Lo podemos ver con el manejo de agua, que creo que es clarísimo. La capacidad de desarrollar soluciones ambientales, hídricas, es única. Y una cosa que no es menor es la capacidad de tomar estas ventajas y llevarlas afuera. Eso cambia la imagen de Israel, cae el antisemitismo, y permite mostrar eso que nos hace tan especiales.

A: Por último, ¿cómo resumirías tu mensaje?

EB: No es fácil lo que me pedís (ríe). Creo que sería “el liderazgo nuevo del mundo viejo comienza en Israel”.