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La compañía israelí especializada en tecnología de automóviles sin conductor está desarrollando un nuevo sistema para permitir la detección de síntomas de COVID-19 mediante el uso de cámaras e inteligencia artificial.

Por Yakir Benzion, Unidos con Israel

La empresa israelí de alta tecnología Foresight está desarrollando una solución de detección masiva para la detección de síntomas de COVID-19 basada en cámaras de luz visible y térmicas.

La compañía con sede en el parque de alta tecnología Nes Ziona, al sur de Tel Aviv, es conocida por desarrollar soluciones de «detección de amenazas» para automóviles sin conductor. Los gurús técnicos de Foresight se dieron cuenta de que los productos que están desarrollando para «revolucionar la seguridad automotriz» podrían modificarse para detectar personas que exhiben síntomas de coronavirus sin tener que entrar en contacto con posibles portadores.

«La detección masiva precisa y sin contacto ayudará a detectar posibles pacientes con coronavirus para permitir un aislamiento rápido y, finalmente, evitar la propagación de este y otros virus similares», dijo la compañía, y agregó que su solución está destinada a detectar rápidamente a grandes grupos de personas en alto zonas de tráfico como aeropuertos, hospitales, estadios deportivos, universidades y centros comerciales.

La tecnología de Foresight combina cámaras de imágenes de luz visible y térmica junto con inteligencia artificial para identificar los seis síntomas principales de COVID-19, que incluyen tos, fiebre y signos de fatiga. La compañía presentó una solicitud de patente de EE. UU., y dice que su detección de síntomas será rápida, lo que debería aumentar la probabilidad de obtener resultados precisos.

«Nuestra amplia experiencia con imágenes térmicas y IA puede ser importante cuando se aplica a una solución de detección de los primeros síntomas del coronavirus», dijo el CEO de Foresight, Haim Siboni. «Varios clientes potenciales ya han expresado interés en evaluar nuestra tecnología única».

Foresight se lanzó en 2015 como un spin-off de Magna, una compañía israelí que durante más de 20 años ha estado produciendo soluciones de videovigilancia 3D de grado militar. Se especializa en soluciones para vehículos sin conductor para mejorar la seguridad de conducción.