Israel avanza para oponerse a aquellos que llaman a su desaparición.
La Knesset aprobó el lunes un proyecto de ley que prohíbe la entrada en Israel de los partidarios de boicots contra el país, con 46 votos a favor y 28 en contra.
Roy Folkman, miembro de la Knesset (MK), quien presentó la legislación junto con Bezalel Smotrich, dijo que la crítica a Israel es aceptable, «pero un boicot conlleva una deslegitimación».
El proyecto de ley niega la entrada a individuos que piden un boicot a Israel o aquellos que representan a una ONG que lo hace, pero permite al ministro del Interior hacer excepciones.
Bajo la ley actual, el ministro del Interior ya tiene el derecho de prohibir la entrada de personas en Israel. El proyecto de ley implica la creación de una lista de personas y organizaciones consideradas anti-Israelíes, y le da al ministro la posibilidad de ofrecer exenciones a cualquiera de la lista.
El presidente del Comité del Interior del Knesset, David Amsalem, dijo que consideraba que el nuevo proyecto de ley era un paso obvio contra los elementos anti-Israelíes. «Cualquiera que me humille, no los dejo entrar en mi casa», dijo. «Tenemos respeto, si alguien nos insulta, respondemos, esta ley es elemental».
Agregó que el proyecto de ley no contrarresta las críticas legítimas, y que se refiere a situaciones en las que se cruzan las líneas rojas. «No se trata de boicotear sólo a los asentamientos [comunidades de Judea y Samaria], sino de aquellos que están hablando de boicotear el estado judío en sí; aquellos que no hacen distinción, estamos hablando de personas que yo creo que son antisemitas» concluyó.
Después de la aprobación de la ley, Smotrich dijo que la ley refleja la voluntad del Estado para luchar contra sus enemigos.
«Hemos terminado de dar la otra mejilla», dijo. «En los últimos años, se ha iniciado un nuevo frente antisemita contra Israel.Nuestros enemigos llevan a cabo una campaña para deslegitimar y boicotear a Israel. La prohibición de los partidarios del BDS que vienen aquí a hacernos daño desde dentro es lo mínimo que podemos hacer contra aquellos que odian a Israel», declaró.
Varios diputados de la izquierda denunciaron el proyecto de ley como un intento de sofocar las críticas legítimas de Israel.
El movimiento BDS promueve los boicots financieros, académicos y culturales contra Israel, aparentemente como una lucha no violenta contra la llamada «ocupación israelí». Los críticos dicen que sus actividades son una forma moderna de antisemitismo y que su verdadero objetivo es destruir al Estado de Israel .
Por: Unidos con Israel