En un evento que contrasta fuertemente con la atmósfera negativa generada en los últimos días por el discurso previsto del primer ministro Biniamín Netanyahu en el Congreso – la visita del presidente Reuven Rivlin logró encantar al público norteamericano.
A diferencia de la visita de Netanyahu, que está orientada a hacer lobby junto a los republicanos del Congreso para reforzar las sanciones con Irán, en lo que muchos críticos califican como una intromisión en la política doméstica frente a las narices de la administración Obama, la visita de Rivlin está relacionada con los eventos conmemorativos del Holocausto. La oficina de Netanyahu intentó concretar una reunión entre Rivlin y Obama, pero Rivlin declinó la oferta alegando problemas de agenda.
El presidente tiene previsto poner en marcha una exposición de Yad Vashem en la sede de la ONU, reunirse con el secretario general Ban Ki Moon y presenciar la Asamblea General el martes, en honor al Día Internacional del Holocausto. Rivlin también tiene previsto reunirse con Henry Kissinger, así como los gobernadores Chris Christie de Nueva Jersey y Andrew Cuomo de Nueva York y visitar el memorial del 9/11 en el centro de Manhattan. Pero una visita a la mayor congregación afroamericana en Brooklyn destacó su trabajo diplomático: se dirigió a los presentes de la iglesia Christian Cultural Center de Brookyn –la más grande de Nueva York-, evocando la historia compartida de la lucha de los judíos y los afroamericanos por sus derechos civiles. Recordó a Martin Luther King, citándolo: «Él sabía que no se puede luchar por la propia libertad cuando no lucha por la libertad de los demás», lo que fue cálidamente recibido por la multitud presente.
Para el miércoles el presidente tiene previsto visitar a la comunidad latina del Bronx, en el mismo Christian Cultural Center. El famoso coro de la iglesia y miles de feligreses cantaron «Baruj Hashem Adonai», «Jehová Jireh Tú eres mi proveedor» y otros himnos como bienvenida anticipada a Rivlin.
Fuente: Aurora