Teherán no está perdiendo el tiempo. El Presidente Rouhani se pasea con total libertad por las capitales europeas.
El Papa Francisco se reunió con el presidente de Irán el martes en el Vaticano. En la reunión el Papa le pidió a Teherán jugar un papel clave en la detención de la propagación del terrorismo. Mientras tanto, Irán intenta mejorar su imagen en el escenario mundial a raíz de un acuerdo sobre su programa nuclear.
El pontífice calurosamente estrechó la mano del presidente Hassan Rouhani en la primera convocatoria oficial de un pontífice con un presidente iraní desde 1999.
Las conversaciones «se adentraron en la conclusión y aplicación del acuerdo nuclear, y el importante papel que Irán está llamada a desempeñar, junto con otros países de la región» dijo la Santa Sede.
Agregó que ese papel debe «promover soluciones políticas adecuadas a los problemas que asolan el Oriente Medio, la lucha contra la propagación del terrorismo y el tráfico de armas.»
La apelación de la Santa Sede es un tanto peculiar, ya que Irán ejecuta redes terroristas globales y es uno de los principales defensores del terrorismo en el Medio Oriente, pagando actividades terroristas en Irak, los Estados del Golfo, Yemen, Siria, Líbano, la Franja de Gaza, así como en varios países de África.
Unidos con Israel