El presidente francés Emmanuel Macron inauguró el Museo Dreyfus a 127 años del famoso caso de antisemitismo en Francia.
El museo cuenta con más de 500 documentos judiciales, fotos y objetos personales. Perseguido y juzgado por cargos falsos de espionaje y condenas, el capitán Alfred Dreyfus fue perseguido durante ocho años hasta su exoneración en 1906.
Este lugar pertenece a la Casa Zola, una institución cultural que mantiene la memoria de escritor francés Émile Zola. Sin ser judío, Zola tuvo un rol clave en defensa de Alfred Dreyfus liderando las protestas contra la injusticia, incluido su famoso artículo J’acusse.
La renovación de la Casa Zola y la apertura del museo costó alrededor de seis millones de euros, con fondos provenientes de subsidios del gobierno local. Originalmente iba a abrirse en abril de 2019, pero la pandemia y otros contratiempos retrasaron esa decisión.
El director del museo y la institución Louis Gautier dijo que el nuevo espacio “mostrará y contará sobre el asunto. Pero también planteará preguntas sobre cuestiones vitales de tolerancia, alteridad, derechos humanos, derechos de las mujeres, la separación de la iglesia y el estado y el contrato entre la república y sus ciudadanos”.