La Oficina Central de Estadísticas reveló en vísperas del Año Nuevo Judío (Rosh Hashaná) 5779, que Israel cuenta con aproximadamente 8.907.000 habitantes, de los cuales el 74,4% (6.625.300) son judíos, el 20,9% (1.864.000) árabes y otras minorías conforman el 4,9% restante.
En poco tiempo, el número de habitantes llegará a los nueve millones y se estima que en 2024 pasará los diez millones de personas.
La expectativa de vida sigue subiendo. Para los hombres es de 80,7 años, igual que el año pasado, y 84,6 para las mujeres, en comparación con 84,2 el año anterior.
Durante el año que pasó, 52.809 parejas se casaron y otras 14.819 pidieron el divorcio.
Israel tiene alrededor de 2.057.000 familias nucleares y el promedio del número de personas por hogar es de 3,32.
Con respecto a la religiosidad, el 44,3% se define a sí mismo como secular o no religioso, el 21,4% como tradicionalista no tan religioso, el 12,3% tradicionalista religioso, el 11,5% como religiosos y el 10,2%% como ultraortodoxo (haredí).
El salario promedio es mensual es de 10.109 shekels para los trabajadores israelíes y 5.928 para los extranjeros, con un promedio de 36,2 horas semanales. El sistema educativo es el empleador más grande con 471 mil trabajadores, seguido de 431 mil empleados en el comercio mayorista y minorista y reparaciones de vehículos. También hay 690 mil vendedores y trabajadores de servicios.
Tal vez el dato más intrigante es que el 89% de los habitantes está satisfecho o muy satisfecho con su vida; en tanto que el seis por ciento se siente a menudo solo (cerca de 340 mil personas). El fenómeno de satisfacción con la vida, que se repite de año a año, no puede vincularse directamente al contexto económico debido que el 37% de los israelíes (dos millones de personas) confiesa que no está satisfecho con su situación financiera y que el 31% tiene dificultadas para pagar los gastos de fin de mes.
La población israelí es considerada como joven con respecto a otros países desarrollados debido alto nivel de fertilidad. La tasa de fertilidad general es de 3,11 por ciento, la más alta de los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), según los datos de 2016.
El alto nivel de satisfacción al igual que la alta tasa de fertilidad reflejarían de alguna manera un sorprendente grado de optimismo. Un fenómeno inesperado para un país situado en una región hostil y que no está exento de conflictos internos.
Pablo Sklarevich
Fuente: Aurora