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El partido Likud, del primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, y la plataforma integrada por los laboristas y la formación centrista Hatnuá, se disputan el favor del electorado de cara a las elecciones del próximo marzo, reveló una encuesta difundida hoy.

El sondeo, publicado por «Haaretz», precisó que de celebrarse los comicios en la actualidad el Likud obtendría 22 escaños, mientras que la plataforma que lideran el laborista Itzjak Herzog y la dirigente de Hatnuá y ex ministra, Tzipi Livni, lograría 23 de los 120 que constituyen el Parlamento israelí.

La plataforma electoral de Herzog y Livni, que aún no posee una denominación definitiva, obtiene así dos escaños más que en la anterior encuesta difundida por este mismo medio, mientras que el partido que dirige Netanyahu perdería uno.

Elaborada por el instituto demoscópico «Diálog» bajo la dirección de Camil Fuchs, de la Universidad de Tel Aviv, la encuesta muestra que entre las preferencias del electorado por la figura de primer ministro sale ganando Netanyahu frente a Herzog, considerado menos carismático.

El actual jefe de Gobierno gana la batalla como el líder más apropiado como primer ministro, excepto en el terreno económico, en el que se disputa esa posición con el dirigente laborista.

Esa es la razón, según apunta el rotativo, de que en los últimos discursos Netanyahu no toque el tema socioeconómico y en su lugar hable de asuntos relacionados con Hamás, Irán, Hezbolá o el Estado Islámico (EI).

En este contexto y a pesar de que gran parte de la población no quiere ver a Netanyahu como primer ministro y desea un cambio, tampoco considera a su contrincante como titular del Ejecutivo.

La tercera formación en preferencia de votos, con 16 escaños, sería la ultranacionalista religiosa Habait Haiehudí, del ministro de Economía, Naftalí Bennett, mientras que los partidos de centro de reciente creación muestran una tendencia al alza.

Siguen en el sondeo la formación centrista Yesh Atid, del ex ministro de Finanazas, Yair Lapid, la gran sorpresa de las urnas en 2013, que se haría con 12 escaños, y el recién nacido «Kulanu», de Moshé Kahlón, y en igual latitud política, que llegaría a los nueve.

Todos los partidos ultraortodoxos judíos entrarían en el Parlamento, incluso pese a la reciente división en el colectivo sefardí, lo que según los expertos les atrajo atención mediática.
Por el contrario, uno de los partidos árabes, Balad, y Kadima, otrora formación gobernante bajo Ariel Sharón y Ehud Olmert, no alcanzarían los votos necesarios para entrar en la Cámara.

Para evitar esta situación, los partidos árabes están negociando formar una lista única, a pesar de las diferencias ideológicas, lo que les permitiría integrar la nueva legislatura.

El sondeo destaca una baja muy significativa en el partido Israel Beiteinu del canciller Avigdor Liberman. El decenso es constante desde que se publicó que varios miembros de la lista fueron detenidos e investigados bajo graves sospechas de corrupción, fraude y abuso de confianza.

Israel celebra elecciones generales el próximo 17 de marzo, unos comicios adelantados por Netanyahu, que a principios de diciembre destituyó a los ministros Lapid y Livni y reconoció la imposibilidad de seguir gobernando con la actual composición de su gabinete.

Fuente: Israel en línea