Según un nuevo estudio, los sobrevivientes del Holocausto que viven en Israel, tienen un promedio de vida de siete años más que otras personas, a pesar de que no gozan en general de buena salud.
El investigador, Dr. Gideon Cohen, publicó en el sitio “JAMA Network Open”, un estudio que atribuye la inesperada longevidad entre los sobrevivientes del Holocausto a la combinación de una predisposición genética que los ayudó a sobrevivir y ciertas características de resiliencia (capacidad de los seres humanos para adaptarse positivamente a situaciones adversas) que desarrollaron como resultado de experimentar las atrocidades nazis.
Los investigadores del Instituto de Investigación Kahn-Maccabi, compararon las historias médicas de casi 40.000 judíos nacidos en Europa entre 1911 y 1945, y 35.000 judíos nacidos en la tierra de Israel durante esos mismos años,
El estudio calificó los hallazgos de paradójicos, señalando la extensa investigación médica que vincula la enfermedad crónica con una menor esperanza de vida. Todos los participantes del estudio eran personas pertenecientes al grupo de seguros de salud, Maccabi, se tuvieron en cuenta el sexo, el estado socio económico y el índice de masa corporal.
La investigación arrojó que los sobrevivientes del Holocausto sufrieron mayores índices generales de enfermedades crónicas, incluyendo cáncer, alta presión, enfermedades coronarias, ataques cardíacos, obesidad, demencia y enfermedades renales que la población en general. Sin embargo, los datos también revelaron que los sobrevivientes del Holocausto viven un promedio de 84.8 años, aproximadamente 7 años más que otras personas que no han pasado por la Shoá, quienes tienen una esperanza de vida promedio de 77.7 años.
El equipo de Cohen, sugirió que los sobrevivientes poseían una especie de «capacidad darwinista para sobrevivir», una resistencia genética inherente que los ayudó a escapar del Holocausto y que contribuyó a su longevidad general.
Los científicos también sugirieron que, como resultado de los traumas que soportaron, los sobrevivientes del Holocausto desarrollaron un mejor conocimiento de la salud y tienen más probabilidades de buscar tratamiento médico preventivo que otra gente, y señalan que ellos se preocupan por mantener un buen estado de salud como una estrategia válida para garantizarse “la mejor vida posible”.
Fuente: Aurora