Por: Evelyn Gordon
Si le preguntas a los palestinos en Gaza o en Cisjordania quién es responsable de su sufrimiento, la mayoría probablemente diría que Israel. Pero, ¿qué dirían si estuvieran seguros en el extranjero y ya no necesitaran temer a sus propios gobiernos?
Ésa no es una pregunta que los periodistas, los diplomáticos, o las organizaciones no gubernamentales generalmente se molestan en preguntar. Ahora tenemos una respuesta a esto, al menos con respecto a los palestinos que huyeron de Gaza. No se fueron por Israel, sino por la persecución del gobierno de Hamás.
Su testimonio fue presentado por el reportero de Haaretz, Zvi Bar-El, que fue a Grecia en busca de refugiados sirios, pero accidentalmente tropezó con los palestinos de Gaza, miles de ellos, por su propia cuenta.
Un refugiado de Gaza estimó que había unos 6.000 palestinos de Gaza en Atenas solamente. El Centro Badil para la Residencia Palestina y los Derechos de los Refugiados dice que la cifra real es probablemente mayor. Y eso son sólo los que han podido irse.
Muchos quisieran pero están atrapados en Gaza porque el cruce fronterizo a Egipto está abierto sólo unos días al mes. Incluso cuando está abierto, sólo unos pocos cientos de personas por día pueden salir. Osama, uno de los palestinos entrevistados por Bar-El, dijo que cuando salió de Gaza (a través de un túnel de contrabando transfronterizo) más de 25.000 personas estaban en la lista de espera para salir por el paso fronterizo oficial.
¿Y por qué tantos habitantes de Gaza huyeron o intentaron huir? Los palestinos reunidos con Bar-El tuvieron una respuesta uniforme: Hamás. Ni uno solo de ellos mencionó a Israel en sus respuestas.
“Aquí hay un médico palestino que vino con su esposa y sus tres hijos”, dijo Osama a Bar-El. Imagine, un médico, una persona respetable con una profesión, tiene que huir de Gaza sólo porque se sospecha de deslealtad hacia Hamas”.
Ayman, que ha estado escuchando la conversación en silencio, se une. “Soy dibujante, un artista, y he tenido exposiciones en Gaza. A Hamás no le gustaban mis dibujos y me prohibían dibujar, y también me arrestaron. Después de pasar tiempo en una prisión de Hamás decidí escapar”, expresó.
“Me ataron las manos y los pies, me golpearon, y después de que me lastimaron a golpes me trasladaron a un hospital donde estuve por más de un mes. Mientras tanto, también arrestaron a mi hermano para obtener información de él sobre mí”, agregó Ayman.
Naji, otro ciudadano de Gaza, le mostró a Bar-El una profunda cicatriz en su pierna que según él provenía de haber sido torturado en una prisión de Hamás.
“Un día incluso intenté suicidarme. Golpeé fuertemente mi cabeza contra un cristal de ventana y puse mi cuello contra el cristal roto. Pero me tiraron de nuevo y no tuve éxito”, dice, señalando una fea cicatriz en su cuello. “Les estoy diciendo, Gaza está al borde de una guerra civil y nadie sabe lo que está sucediendo allí. Nadie está interesado”.
Existen numerosas agencias de la ONU aparentemente dedicadas exclusivamente a ayudar a los palestinos, mientras que los grupos de derechos humanos asignan una atención desproporcionada a este tema. En ambos casos, su único interés real en el sufrimiento de los palestinos es encontrar alguna manera de culpar a Israel por ello. No les importa proteger menos a los palestinos de los abusos de su propio gobierno. Es por eso que siguen publicando informes acusando a Israel de ser la “causa clave” del sufrimiento de los palestinos, como dijo una agencia de la ONU esta semana, a pesar de toda evidencia en contrario.
Sin embargo, su evidente prejuicio a menudo oscurece un problema más amplio que afecta incluso a periodistas bien intencionados, ONGs, diplomáticos y casi todos los demás involucrados en informar al mundo sobre lo que está sucediendo en las sociedades no democráticas de Cisjordania y Gaza.
Para los palestinos, culpar a cualquier persona que no sea Israel por sus problemas corre el riesgo de graves repercusiones de sus propios gobiernos o grupos de vigilantes afiliados a ambos gobiernos. Y eso es cierto no sólo en la Franja de Hamás, como personas como Ayman y Naji descubrieron a su pesar, sino también en la Cisjordania de Fatah, donde periodistas, hombres de negocios y oficiales de seguridad palestinos han sufrido arrestos y sanciones financieras por atreverse a criticar a la Autoridad Palestina o su presidente, Mahmoud Abbás. Culpar a Israel es siempre la solución más segura, incluso en los casos en que es manifiestamente falso
Fuente: Evelyncgordon.com
Traducción: Aurora