Día tras día, los niños israelíes se ven obligados a correr para cubrirse de los cohetes de Hamas. United with Israel responde mediante la donación de un refugio antiaéreo, mientras rezamos que nunca más sea utilizado.
Una Carta de David E. Zeit, Director Ejecutivo, United with Israel
El Centro de Educación para la Seguridad del Tráfico en Ashkelon enseña a los niños de sexto grado cómo ser viajeros responsables, ya sea a pie, como ciclistas o como pasajeros en vehículos. La asistencia es parte del plan de estudios de la escuela de Ashkelon y, por tanto, todos los niños de Ashkelon, de entre 5 y 11, asisten a este programa diario.
Antes de la donación de un refugio antiaéreo, co-patrocinado por United with Israel, los niños y el personal no tenían lugar para ponerse a cubierto cuando las sirenas sonaban y los cohetes caían.
Día tras día, hora tras hora, los estudiantes y profesores se veían obligados a tirarse al suelo descubiertos y rezar muy fuerte, con sus manos sobre sus cabezas. Los niños y adultos en esta escuela nunca sabían si un cohete aterrizaría en ellos o en sus cercanías o si iban a ser golpeados por la explosión de la metralla.
Mientras estaba allí el día de la ceremonia, me sentí abrumado por un profundo sentimiento de ambivalencia. Por un lado, sentí una tremenda alegría. Ahora los niños pueden ir a la escuela y sentirse seguros. El personal tiene ahora una herramienta para garantizar la seguridad de los niños. Los padres pueden estar tranquilos mientras sus hijos están ahí. Y el alcalde de Ashkelon tiene ahora una institución menos por la qué preocuparse.
Por otro lado, tengo que hacer las siguientes preguntas. ¿Por qué es una donación tan necesaria? ¿Es esto realmente una solución? ¿Es esta una manera de seguir viviendo?
Yo no soy un político y no quiero ser un político, pero siempre y cuando hay una necesidad de refugios antiaéreos voy a continuar sintiendo esta sensación de ambivalencia.
Sin embargo, como dije a los niños, al personal y a los funcionarios de la ciudad en la ceremonia de dedicación, hay una cosa de la que estoy seguro y sobre la que nunca hay sentirse ambivalente. Mientras cualquier Judio en Israel esté en peligro,los partidarios de Israel se movilizarán para ayudarlos. Y este refugio antiaéreo es el recordatorio de esto mismo.
Rezo por el día en que nunca vayamos a necesitar estos refugios antiaéreos. Rezo por el día en que podamos tener todos los refugios antiaéreos que hemos donado y crear un «museo refugio antibombas» para que nuestros hijos aprendan cómo, hace mucho tiempo, necesitábamos de estas «cosas». Rezo para que el dinero que gastamos al comprar este refugio sea una pérdida de dinero. Rezo para que el tiempo que se tardó en construir e instalarlo sea una pérdida de tiempo. Rezo para que los niños en Ashkelon nunca tengan que usarlo a menos que sea para jugar «al escondite».
No soy ingenuo. Las posibilidades de que nunca seá utilizado este refugio son casi nulas. Y mientras mi ambivalencia acerca de su necesidad sigue intacta, estoy seguro que los niños y el personal del Centro de Educación para la Seguridad del Tráfico sentirán una mayor sensación de seguridad a causa de United with Israel y de nuestros queridos partidarios..
Puedes seguir ayudándonos a salvar vidas mediante la donación a United with Israel.