Imágenes satelitales de la firma Airbus Defence, obtenidas por los portales de internet IntelliTimes e i24News, del 21 de noviembre pasado, muestran un avión de carga IL-76, que partió de Teherán y arribó en horas de la mañana a la base de la Fuerza Aérea siria T4, en la provincia de Homs, en el oeste de Siria.
Fuente: Aurora
La aeronave descargó un despacho de camiones semirremolque que el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica iraní suele usar para desplazar misiles tierra-tierra, baterías antiaéreas o aviones no tripulados (drones).
Ya el día 19 de noviembre se había observado una descarga en la parte oriental de la base, horas antes de que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) atacaran la zona de Damasco en respuesta al lanzamiento de cohetes contra las Alturas del Golán. Según los reportes, en el ataque de la aviación israelí murieron alrededor de 23 militares, en su mayoría iraníes. Los envíos continuaron el día 21, por medio de un avión sirio IL-76, que se encuentra bajo control iraní, y descargó los camiones semirremolque empleados para movilizar sistemas de ataque aéreo, tales como misiles crucero, baterías antiaéreas e incluso drones suicidas.
El 2 de junio pasado, en ese mismo lugar fue atacado un acoplado que trasladaba aparentemente una lanzadora de aviones no tripulado o de misiles crucero que había sido descargada aparentemente, dos semanas antes.
Las imágenes de la descarga, el mes pasado, de un presunto despacho desde Teherán hacia Siria, que conlleva una variedad de misiles podría sugerir que la República Islámica estaría planeando una venganza, tal como sugieren la inteligencia de Estados Unidos e Israel.
En las últimas dos semanas, Teherán ha estado descargando cargamentos pesados en la base T4 como parte de los preparativos para un eventual ataque como el que tuvo lugar en el mes de septiembre pasado contra dos instalaciones petroleras de Arabia Saudita.
La base T4 está dividida en tres áreas controladas por Rusia, Irán y Siria. Por lo que un ataque de la Fuerza Aérea israelí en el lugar requeriría una coordinación precisa con Moscú, dado que el sitio está protegido por una férrea defensa aérea que incluye misiles antiaéreos S-300.