Israel estuvo muy cerca de lanzar un ataque aéreo contra las instalaciones nucleares iraníes en 2012, a pesar de la dura oposición del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, señala un reporte del diario The New York Times.
Fuente: Aurora
Israel postergó un ejercicio militar conjunto que estaba programado para la primavera del 2012, generando intensas preocupaciones entre los funcionarios estadounidenses sobre la inminencia de un ataque israelí contra Irán.
En consecuencia, la Administración Obama decidió enviar un número de funcionarios, cada pocas semanas, a Israel para convencer al primer ministro, Benjamín Netanyahu, de que frene cualquier ataque.
Paralelamente, el entonces secretario de Defensa norteamericano, Leon Panetta, le mostró al entonces ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, un “video altamente secreto” de una ataque estadounidense contra una réplica exacta de la instalación nuclear iraní de Fordow usando bombas anti búnker avanzadas. Barak se mostró impresionado por el video de la destrucción total de la instalación.
“En el desierto del Suroeste de Norteamérica, el Pentágono construyó una réplica exacta de Fordow, y el video mostraba la prueba de una masiva bomba de penetración de 16.600 kilogramos (30 mil libras), un arma antibúnker que la Fuerza Aérea (de EE.UU.) había diseñado para penetrar las defensa subterráneas más resistentes. La bomba destruyó una réplica en el desierto. Barak se sintió impresionado”, apunta el diario.
De acuerdo con el reporte, Israel había lanzado un número de drones al espacio aéreo iraní desde Azerbaiyán, en el contexto de las preparaciones para el ataque.
Netanyahu subrayó que sus intenciones de atacar a Irán eran serias y que lo que previno en última instancia el ataque fue la oposición dentro de su propio gobierno.
El primer ministro, que fue entrevistado en el mes de agosto, le dijo rotativo que había aprobado “inequívocamente” el ataque, pero que no tuvo el apoyo necesario en el Gabinete.
El periódico sostiene que actualmente funcionarios israelíes están considerando nuevamente la posibilidad de llevar a cabo un ataque sobre las instalaciones nucleares de Irán, con o sin la aprobación de Washington. Ellos creen que el presidente Donald Trump podría decidir no oponerse a ese tipo de ataque, a diferencia de su antecesor, Obama, de acuerdo con el informe.