Mientras Israel celebra su cumpleaños número 70, es importante recordar los logros intelectuales logrados durante este corto periodo. Comenzamos: La Organización Mundial de la Salud ha clasificado a Israel por encima de la mayoría de los otros países de la OCDE en lo que respecta a los logros y las competencias de la profesión médica. Por poner un ejemplo del por qué; los datos internacionales, demuestran que las tasas de supervivencia del cáncer dentro de Israel se encuentran entre las más altas del mundo. Por ello, muchos países comienzan a reconocer a Israel como un líder en la innovación médica. Israel, además de ser, como hemos visto, un líder mundial en lo que respecta a la creación de la tecnología médica y la medicina, lo es también en el campo de la salud materna.

Destacamos a continuación algunos ejemplos: el desarrollo de la venda de emergencia, la creación de la PillCam que permite una grabación de vídeo de los órganos internos, la invención de la de InSightec MR, que tiene el potencial para destruir los tumores dentro del cuerpo, el desarrollo del exoesqueleto robótico ReWalk que permite a los parapléjicos caminar, la creación del dispositivo de Babysense que ayuda a prevenir “muertes en cuna”, el desarrollo de un robot que realiza cirugías en la columna, y el desarrollo de un dispositivo de estímulo para el cerebro que ayuda a combatir las adicciones, depresiones, el autismo, así como muchas otras enfermedades del cerebro, incluyendo la enfermedad de Alzheimer y la esquizofrenia. De hecho, en el caso de la enfermedad de Alzheimer, el sistema de estímulo electromagnético de Israel puede permitir a los pacientes recuperar las habilidades cognitivas que se han perdido.

Sin embargo, las innovaciones médicas están lejos de ser sólo los únicos logros de Israel en estos 67 años. Israel, como muchos ya saben, es también un líder mundial en el campo de la alta tecnología. Por ejemplo, el disk-on-key, que permite a las personas transferir archivos fácilmente de un ordenador a otro, ha sido desarrollado por una compañía fundada por tres israelíes. Los dos principales sistemas operativos de Microsoft, NT y XP, se desarrollaron principalmente en Israel. Un programa informático de mensajería instantánea llamado ICQ fue desarrollado por cinco jóvenes israelíes. La mayor parte de la moderna tecnología en el ámbito de la telefonía celular fue creada dentro de Israel. El joven país hebreo inventó el teclado láser, la unidad USB flash, el dispositivo de traducción de Babylon, los procesadores Intel, y el famoso diccionario electrónico Quicktionary.

Además, Israel es también líder mundial en la tecnología del medio ambiente; en concreto en el ámbito de la agricultura. El riego por goteo, lo que permite a los agricultores en climas áridos hacer crecer con eficacia los cultivos, fue una invención desarrollada aquí. Israel también creó la primera pantalla solar del mundo,  el wind tulip que produce energía limpia a una velocidad de alta eficiencia, así como las redes de energía solar que flotan en el agua. Además, Israel ha aprendido cómo reciclar bolsas de plástico para que puedan ser transformadas en diversos productos, y ha logrado así el reciclaje de cartón, transformando las cajas en bicicletas y sillas de ruedas, que no sólo ayudan al medio ambiente sino que también benefician a las personas discapacitadas. Muchas veces, esos productos generados por las cajas, con una calidad excelente, son repartidos por aquellos países no desarrollados, cuyos niños anhelan tener una bicicleta, o cuyas personas discapacitadas no tienen sillas de ruedas para poder ir de un lugar a otro. 

Eso es todo por hoy. Israel celebra su cumpleaños número 70, y hemos considerado importante recordar las contribuciones del país a la civilización humana. Nos habremos dejado un sinnúmero de datos, proyectos e inventos, pero pronto volverá esta sección de innovación con muchos más datos, con el fin de trasmitiros los valores y el ingenio israelí. Mientras, no duden en enviarnos sus inventos, y si creen que olvidamos algún logro intelectual del Estado de Israel, no duden en decírnoslo.

Por Rachel Avraham

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