Tikun Olam, que se traduce en español como “reparar” o “arreglar el mundo”, es un concepto en el que los judíos creen firmemente.
Por lo tanto, Israel, único Estado judío del mundo, siempre ha tratado de hacer cada actuación con el fin de proporcionar asistencia humanitaria a otros países necesitados. David Ben-Gurión, el primer Primer Ministro de Israel, dijo en su día que «los principios de la asistencia mutua y la igualdad deben constituir también la base de las relaciones internacionales… y debe basarse en la solidaridad de todos los seres humanos, derivada de la fraternidad y la ayuda mutua en todos los ámbitos de la vida – económica, social o científica».
En 1956, después de que Golda Meir visitara África, la ex Premier israelí se conmovió profundamente por los problemas a los que enfrentan los países africanos recién fundados, y solicitó un esfuerzo a los ciudadanos israelíes para ayudar a solucionar los problemas de salud, la desnutrición, la condición de la mujer, la lucha por los recursos, el desarrollo agrícola, y enriquecimiento educativo. Poco después de viaje de regreso de Golda Meir de Israel, se fundó MASHAV para que Israel los países en desarrollo pudieran aprender de la experiencia israelí en una variedad de áreas.
Así, en 1958, Israel adoptó de forma oficial la agenda humanitaria como un principio fundamental en materia de cooperación internacional. Desde 1958, Israel ha proporcionado asistencia humanitaria a más de 140 países de todo el mundo. Uno de los tipos de ayuda más común que Israel ofrece es médico. Por ejemplo, desde 1959, los oculistas médicos israelíes han sido enviados por todo el mundo en vías de desarrollo para tratar la ceguera y la enfermedad ocular. Estos por lo general traen consigo una gran técnica médica profesional que no está disponible en dichos países, lo que ayuda a muchas personas que viven en los países en desarrollo para restaurar su vista, que de otra forma no podrían alcanzar.
En 1977, Israel concedió asilo político a unos 200 refugiados de Vietnam que habían huido de Saigón. Uno de estos refugiados, Hoiami Nguyen, había escapado de un campo de concentración comunista nada más con la ropa que en ese momento tenía puesta. El régimen comunista de Vietnam con frecuencia torturaba a sus opositores. A los vietnamitas que viven en Israel se les concedió la ciudadanía y, muchos de ellos, sirven y sirvieron en las Fuerzas de Defensa de Israel, junto con otros ciudadanos israelíes. La mayoría de los israelíes de origen vietnamita viven actualmente en el área de Gush Dan, mientras que otros muchos viven en Haifa, Jerusalén y Ofakim.
Pero este no fue el único caso en el que personas que vivían en zonas de conflicto fueron capaces de recibir asilo político en Israel. Alrededor de 100-200 personas de Bosnia, Kosovo, Kurdistán y Corea del Norte fueron también absorbidas por Israel. A la mayoría de ellos se les dio el estatus de residencia israelí y, hasta la fecha continúan residiendo en el país. Además, 16.000 refugiados de Sudán, Eritrea, Etiopía y Costa de Marfil también residen y trabajan en el estado judío en estos momentos.
Además de aceptar refugiados políticos en sus fronteras y ofrecer asistencia médica a los países en desarrollo, en la década de 1980, Israel ayudó a otros países con ayuda humanitaria a raíz de los desastres naturales, ataques terroristas y atrocidades causadas por guerras civiles. Por ejemplo, en 1994, los equipos médicos israelíes fueron enviados a ayudar a los refugiados de Rwanda en Zaire. En 1999, Israel proporcionó asistencia humanitaria a las víctimas del terremoto de Turquía, y en 2001, Israel envió ayuda a las víctimas del terremoto en la India. En 2005, un equipo de socorro israelí fue enviado a Sri Lanka, para ayudar a los sobrevivientes de un gran tsunami. En tiempos más recientes, Israel donó 5 millones de dólares para ayudar a las víctimas del genocidio de Darfur y ha estado tratando de ayudar a las víctimas de genocidio de Assad contra su propio pueblo.
Además, en 2010 Israel se apresuró a establecer un hospital de campaña en Haití tras un devastador terremoto que azotó ese país, al igual que en 2011 donde creó otro hospital de campaña en Japón después de que fuera golpeado por un tsunami. Estos son sólo una pequeña muestra de las formas en las que el Estado judío ha demostrado su compromiso con el Tikun Olam en los últimos años, ofreciendo una visión de los valores que Israel representa y dando luz que ilumina el universo.
Por Rachel Avraham