El gobierno israelí aprobó el establecimiento de un comité para facilitar el proceso de inmigración de médicos, enfermeros y otros trabajadores de la salud, para superar la escasez de mano de obra que sufre el país en ese sector.
Fuente: Aurora
El gabinete aprobó la sugerencia de la Ministra de Absorción, Pnina Tamano-Shata, de establecer un comité que pueda trabajar con ese fin. El mismo contará con representantes de los ministerios de Salud, Finanzas e Inmigración, así como de la Oficina del Primer Ministro. El objetivo será permitir que miles de trabajadores médicos de la ex Unión Soviética, así como de Estados Unidos, Canadá y Argentina, puedan trasladarse fácilmente a Israel.
Las reformas sugeridas simplificarían la transferencia de licencias médicas entre los países, y garantizarían puestos de trabajo a los médicos que quieran emigrar a Israel.
El Estado judío sufre hace mucho tiempo una escasez de trabajadores de la salud, que se vio agravada por la pandemia. A su vez, actualmente hay una disputa laboral entre los funcionarios de los hospitales.
A principios de mes, se presentaron más de 2.500 renuncias al Ministerio de Salud en protesta por la carga de trabajo y turnos extensos, y el Gobierno teme que esta situación pueda afectar la atención médica en los hospitales.
Por otra marte, y en el marco del Día de la Aliá que se celebró el jueves pasado, el primer ministro Naftalí Bennett destacó que la Aliá (inmigración judía a Israel) «es un tema de importancia estratégica». A su vez, precisó: «Nuestra aspiración es seguir trayendo a casa a tantos hermanos y hermanas como sea posible y, sobre todo, cuidar a los que ya están aquí».
Además, el primer ministro habló de su experiencia personal: «Como hijo de padres que hicieron Aliá, sé lo difícil y complejo que es este proceso». Los padres de Bennett emigraron de Estados Unidos a Israel en la década de 1960.