La inflación galopante y las complicadas relaciones con Rusia pueden haber forzado un deshielo turco.
Por Pesach Benson, United with Israel
Funcionarios israelíes confirmaron el martes que el presidente Isaac Herzog visitará Turquía. Los informes de los medios turcos dijeron que la visita está programada para el 9 y 10 de marzo.
En los próximos días, el viceministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Sedat Onal, e Ibrahim Kalin, uno de los principales asesores del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, visitarán Israel para prepararse para la visita y discutir los vínculos entre los dos países, según un comunicado emitido por la oficina de Herzog.
El deshielo de los lazos entre Israel y Turquía se produce cuando Erdogan lidia con una inflación galopante y los daños colaterales de las sanciones de Estados Unidos que se espera que afecten a Rusia si estalla la guerra en Ucrania.
La economía de Turquía se ha visto diezmada por la inflación, que asciende al 48,69 por ciento según cifras oficiales. Pero expertos independientes dicen que la verdadera inflación puede llegar al 115%. Las dificultades financieras generalizadas han golpeado la aprobación pública de Erdogan.
Las posibles sanciones contra las ventas de gas ruso a Europa afectarán duramente a Turquía. El gasoducto Turkstream entró en funcionamiento en 2020 y ha entregado 34.800 millones de metros cúbicos de gas bajo el Mar Negro a una estación receptora cerca de la frontera de Turquía con Bulgaria. El oleoducto es operado por Gazprom, la corporación energética estatal de Rusia.
Si estallara la guerra en Ucrania, es casi seguro que Gazprom sería sancionado por EE. UU.
Los lazos Ankara-Moscú son complicados. Por un lado, Turquía apoya la entrada de Ucrania en la OTAN. Por otro lado, Erdogan perdió la buena voluntad de la OTAN al seguir adelante con la compra de un sistema de defensa antimisiles S-400 de fabricación rusa.
Asociarse con Israel para vender gas a Europa haría que Erdogan dependiera menos de Rusia para las importaciones de gas. También abriría una brecha entre Israel y sus socios energéticos, Chipre y Grecia, que son rivales de Turquía. Los funcionarios israelíes han sido cautelosos y han subrayado que no ampliarán los lazos con Turquía a expensas de sus aliados mediterráneos.
Las relaciones entre Israel y Turquía se agriaron en 2010 durante el asunto Mavi Marmara y se rompieron en 2018 cuando Turquía expulsó al embajador de Israel por los disturbios en la frontera de Gaza.
Desde entonces, Erdogan ha permitido que los operativos de Hamás planeen ataques terroristas en Judea y Samaria desde la seguridad del suelo turco. Turquía también socava la soberanía israelí en el este de Jerusalén al financiar instituciones islámicas en la capital.
El viaje de Herzog será la primera visita de alto nivel desde que el entonces presidente Shimon Peres visitó Turquía en 2007.
Associated Press contribuyó a este artículo.