Salvar el Corazón de un Niño Salvar el Corazón de un Niño

De joven, el Dr. Basher Abu Jarad, hoy de 63 años, se especializó como cardiólogo infantil en el Hospital Wolfson de la ciudad israelí de Holon, bajo la supervisión del Dr. Akiva Tamir. Los estudios de Medicina los había cursado en la universidad de Alejandría en Egipto .

Por Ana Jerozolimski, Semanario Hebreo Jai

Luego estudió cateterización cardíaca en El Cairo. Trabajó en su disciplina en la Franja de Gaza, donde está su hogar , y fue Director del hospital de niños Al-Dorra.

Desde hace más de 20 años, sigue en contacto directo con el hospital Wolfson, concretamente con el proyecto humanitario “Salvar el Corazón de un Niño” que allí funciona (conocido como SACH por su sigla en inglés), coordinando el envío de niños palestinos de Gaza con problemas cardíacos, muchos de los cuales son operados en Israel.

Hoy, abuelo de 3 nietos y ya jubilado, continúa trabajando en forma voluntaria, revisando a sus pequeños y jóvenes pacientes y derivándolos cuando es necesario al Wolfson, por cuya ayuda está profundamente agradecido.

Conversamos con él esta semana. Este es su emocionante testimonio.

P: Dr. Basher Abu Jarad, es un placer estar en contacto con usted. Imagino que estos días estará por ver a Tála, la niña palestina de Gaza que se operó recientemente en el hospital Wolfson y acaba de volver a la Franja ¿verdad?

R: Tála está en efecto de regreso en Gaza, pero aún (domingo) no la he visto. Entiendo que está muy bien. Espero verla lo antes posible estos días. Y que ella y todos los demás niños gocen de buena salud.

P: Y usted aporta a ello haciendo de enlace con el hospital Wolfson en Holon.

R: Así es. Trabajo en forma voluntaria examinando niños con problemas cardíacos congénitos, todos ellos en Gaza. Y cuando es necesario que pasen una intervención cardíaca, yo lo coordino con la Asociación Cardíaca Civil y referimos el paciente al Wolfson. Hace ya más de 20 años, creo que 22, que tengo este vínculo.

P: Y es interesante que el vínculo comenzó hace mucho también por sus propios estudios ¿verdad?

R: Así es. Yo estudié el título en la Universidad de Alejandría y en 1998, durante 2 años, me especialicé en cardiología pediática con el Dr. Akiva Tamir del Wolfson, a quien considero hoy mi hermano. Todos lo queremos mucho. Es una gran persona.

P: Tuve el privilegio de entrevistarlo, muy humano y sensible sin duda.

R: Así es. La verdad es que nuestros pacientes lo quieren mucho a él y a todos los médicos del Wolfson, por el sentimiento que ponen en esto, por la forma en que los tratan. Como usted sabrá, todas las semanas, hasta la pandemia, el hospital atiende en el marco de lo que se conoce como la clínica palestina.

P: Así es, lo he visto personalmente. Todos los martes.

R: Exacto. Y yo acompaño a los niños desde Gaza hasta el Wolfson. Pero la pandemia detuvo la actividad normal. Ahora puedo derivan solamente a los pacientes que requieren operación o cateterización.

P: Y me dicen del proyecto SACH que durante la pandemia, igual han sido operados 66 niños palestinos.

R: Así es. Parte de Gaza y parte de Cisjordania.

P: El Coronavirus afectó muchas cosas, también el flujo normal de pacientes a los hospitales.

R: Así es. Es una enfermedad muy seria. Yo mismo tuve Covid-19 pero afortunadamente me recuperé. Estuve muy mal, con síntomas severos.

P: Es una alegría que haya salido bien Dr. Basher.

R: Le agradezco mucho. Pues lo que quería destacar es que a pesar del Coronavirus, que está por todos lados, por todo niño que necesita la operación, le solicito desde Gaza a la Dra. Alona y ella arregla todo para que lleguen al hospital.

P: Se refiere a la Dra. Alona Raucher Sternfeld, jefe de Cardiología Pediátrica en el hospital Wolfson.

R: Así es. Y realmente también durante la pandemia han hecho numerosas operaciones.

Los tiempos cambian

P: Usted tiene desde hace muchos años una fuerte relación con el Wolfson. ¿Recuerda cómo era antes el contacto?

R: Cuando Israel estaba en la Franja de Gaza, no había frontera de hecho, se podía pasar fácilmente. Los israelíes venían a nuestras casas en Gaza. Nuestros amigos podían pasar sin problemas.

P: Eso cambió radicalmente por la situación entre las partes. Sé que usted no quiere entrar en política….

R: Así es. No soy un político, pero sí puedo decir que espero que en el futuro haya paz real en toda la región, paz para los palestinos y los israelíes. Somos vecinos. Debemos vivir en paz.

Desde adentro, una visión personal
P: ¿ Cómo se siente usted cuando viene a Israel? ¿Cómo percibe al país, a su gente?

R: Yo veo a los israelíes como gente muy agradable. Siempre consideré que la medicina sirve a la paz. Somos médicos y debemos tratar a los pacientes sin distinción ninguna por religión u origen. Para mí , tratar a musulmanes, judíos, cristianos, es lo mismo. Y eso es precisamente lo que hace Israel. Esa es la actitud de mis colegas israelíes. Cuando yo voy al hospital Wolfson y estoy allí con mis colegas, siento que somos hermanos, que no hacen ninguna diferencia entre los niños palestinos y los israelíes o de otros países que llegan a tratarse allí. Todos reciben el mismo tratamiento, según lo que necesitan.

P: Usted sale de Gaza, llega a la frontera con Israel, hay todo un proceso burocrático. ¿Siempre se ha sentido respetado y bien tratado?

R: Siempre. Se necesita permisos puntuales para entrar a Israel y nunca tengo problemas cuando vengo de Gaza. Siempre me respetan, siempr está todo ordenado y pronto para que los niños pasen rápido.

P: ¿Necesita algún contacto con el gobierno de Hamas para pasar a Israel?

R: No, ninguno. Como sabe, hay en Gaza puestos de control de Hamas, puestos de Fatah en la frontera, pero nadie nos hace problemas para salir al hospital.

P: ¿Siente que los niños a los que acompaña tienen miedo alguna vez de cruzar a Israel? Quizás cuando es la primera vez.

R: No tienen miedo porque yo les explico todo y en Gaza también se sabe del respeto con que se los recibe. El programa israelí “Salvar el Corazón de un Niño” nos ayuda enormememente, además de financiar todo el tratamiento. Sin este proyecto, muchos niños no se salvarían por sus problemas de corazón.

P: ¿Quisiera poder hacer esas operaciones en Gaza?

R: Ojalá que en un futuro se pueda. Por ahora no es posible. Tenemos dos médicos de Gaza especializándose ahora en el Wolfson, una en cuidados intensivos en cirugía pediátrica y otra en anestesiología. Lo primero es preparar al equipo médico, ya que no sirve tener un hospital si no tenemos a la gente.

P: Así que ahora hay médicos jóvenes de Gaza especializándose en Israel, como usted años atrás.

R: Así es.

P: ¿Recuerda con qué soñaba al empezar a estudiar Medicina?

R: Quería ser un estudiante inteligente y poder avanzar, por suerte lo pude hacer. La medicina es un servicio humanitario. Cuando trato pacientes y recuperan un buen estado de salud, eso me da una gran felicidad. Los médicos, junto con D´s, salvamos vidas.

P: ¿Y ahora qué sueños tiene?

R: Mi sueño es que termine el Coronavirus en todo el mundo . Eso primero. Y luego, que se abran las fronteras entre todos los países, tanto en Medio Oriente como en el mundo en general. Y que continúe siempre este programa de ayuda israelí, porque muchos de los niños que salvan son de familias sin ninguna posibilidad económica, y si tuvieran que pagar, no tendrían de dónde.

P: ¿Cómo resume usted el rol que juega Israel en todo esto?

R: La mayor ayuda que los palestinos reciben, viene de Israel. Sin duda. Israel juega un rol clave en la ayuda al pueblo palestino. En el pasado, cuando Gaza estaba bajo control del gobierno de Israel, numerosos pacientes palestinos pasaban a tratamiento en hospitales israelíes: Hadassah, Soroka, Barzilai y otros. Es bueno que haya contactos entre médicos de los dos lados.

P: Y mientras recuerda todo esto ¿qué siento cuando sabe que se disparan cohetes desde Gaza hacia territorio israelí?

R: Yo rechazo el terrorismo. Estoy en contra del disparo de cohetes de cualquier lado. Pero en discusiones políticas no me corresponde entrar.

P: Le agradezco muchísimo por su tiempo y declaraciones Dr. Basher Abu Jarad.

R: Yo a usted por su interés.

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