En los últimos días la noticia ha dado la vuelta al mundo: Israel ha vacunado a más de 1.8 millón de personas y es, con amplia diferencia, el país en el que mayor porcentaje de su población ya ha recibido al menos una dosis de la vacuna.
Por Gabriel Chocron
Pero junto a esta importante noticia muchos medios a nivel mundial decidieron destacar también el hecho que nuestros vecinos, los palestinos, aún no han recibido siquiera una dosis de vacuna y gran parte de ellos ha apuntado el dedo acusador a Israel, como culpable de esta triste realidad.
Sin embargo, la realidad está muy alejada de este libelo infundado.
En primer lugar, en el aspecto legal, es importante remontarse a los Acuerdos de Oslo firmados entre Israel y la Autoridad Palestina con el aval de la comunidad internacional. Los Acuerdos de Oslo siguen siendo hasta hoy en día el principal punto de referencia en cuanto a las obligaciones y derechos de cada una de las partes en la administración de los territorios de Judea y Samaria (Cisjordania).
Cabe destacar que, como parte de estos acuerdos, más del 90% de la población palestina se encuentra bajo total dependencia de la Autoridad Palestina en asuntos civiles y solo aquellos que viven en la llamada zona “C” (menos del 10% de los palestinos) estarían bajo responsabilidad israelí. Pero es que además según los acuerdos hay cinco rubros en los cuales, incluso en la zona C, la Autoridad Palestina es responsable de toda la población palestina.
Uno de ellos es por ejemplo la educación, por lo cual incluso los jóvenes palestinos que viven en zona C, bajo administración civil israelí, estudian en escuelas bajo la tutela del gobierno palestino. Pero lo que es aún más relevante para nuestro caso es que también en el rubro de la salud, la Autoridad Palestina es responsable de toda la población palestina en todos los territorios, según los Acuerdos de Oslo.
Por lo cual desde el punto de vista legal, la Autoridad Palestina es la única responsable, entre otras cosas, de la distribución de la vacuna entre la población palestina.
Pero hay dos puntos que se suman al anterior que agregan a la triste realidad que impone el régimen de Ramallah dirigido por Mahmoud Abbas.
El primero es que la propia Autoridad Palestina declaró que no tenían ningún interés ni habían pedido en ningún momento a Israel ayudarlos a conseguir vacunas para su población. De hecho, en los últimos días informaron que las primeras dosis de la vacuna rusa Sputnik llegarán a los territorios próximamente. Entonces en el lugar que ni siquiera la Autoridad Palestina está acusando o exigiendo a Israel, la prensa internacional sí lo hace.
Aún más grave es una realidad conocida a la que la prensa hace una y otra vez caso omiso. Algunos activistas pro-palestinos han intentado justificar el hecho de que el gobierno palestino no haya traído aún vacunas por una supuesta “falta de fondos”. Pero ninguno se da la vuelta para exigir a Mahmoud Abbas y su gobierno que inviertan los fondos de su pueblo en cosas realmente importante para ellos.
¿Acaso no es más importante comprar vacunas para la población que pagar sueldos a terroristas que asesinaron israelíes? Cada año la Autoridad Palestina gasta cientos de millones de dólares para pagar sueldos a terroristas, o familiares de terroristas, que perpetraron atentados contra israelíes. Mientras más sangre hayan derramado, mayor es el pago. Para muchos en el mundo occidental puede sonar descabellado (y realmente lo es) pero en la Autoridad Palestina es una realidad.
Por ejemplo, los 6 terroristas que planificaron y perpetraron un atentado en la Universidad Hebrea de Jerusalén en el año 2002 en el que 9 israelíes fueron asesinados y más de 80 heridos, han recibido ya más de 1.2 millones de dólares.
En promedio en el año 2018, la Autoridad Palestina gastó 12 millones de dólares al mes para pagar a terroristas encarcelados o a familiares de terroristas que murieron. Si el costo promedio de la vacuna de Pfizer es de 39$, por cada mes que no paguen sueldos a terroristas la Autoridad Palestina podría comprar más de 300.000 dosis de la vacuna de Pfizer.
Lamentablemente se ha hecho costumbre para los medios culpar a Israel por la pobreza y el crimen en parte de la sociedad palestina en vez de señalar al liderazgo palestino que utiliza fondos de ayuda extranjera para financiar e incentivar el terrorismo.
Este nuevo capítulo en los libelos contra Israel es una digna ilustración de una triste realidad: los medios de comunicación siguen sin entender y profundizar en la complejidad del conflicto palestino-israelí e intentan simplificarlo de una forma tendenciosa y peligrosa en la que el culpable siempre es el mismo. Y al hacer esto, los medios siguen aportando a que el liderazgo palestino siga fallándole a su pueblo.
El futuro del pueblo palestino depende, más que cualquier otra cosa, de un cambio central: que el liderazgo palestino deje de gozar de una inmunidad injustificada ante los crímenes que cometen contra su propio pueblo. El día que Mahmoud Abbas y su gobierno sea responsabilizado por la realidad de los palestinos, habremos dado un paso gigante a la construcción de una paz verdadera.