El primer ministro, Naftalí Bennett, y el ministro de Exteriores, Yair Lapid, aclararon que no permitirán la reapertura de un consulado para los palestinos en Jerusalem, a pesar de la presión norteamericana.
Fuente: Aurora
Durante una conferencia de prensa para celebrar la aprobación del presupuesto estatal 2021-2022, Bennett subrayó que “no hay lugar para un consulado norteamericano que sirva a los palestinos en Jerusalem”. El titular del Ejecutivo explicó que este mensaje fue transmitido a Washington “por mí y por el ministro de Exteriores Yair Lapid”, destacó.
“Nosotros expresamos nuestra posición de manera consistente, tranquila y sin dramas, y espero que se entienda. Jerusalem es la capital únicamente de Israel”, recalcó Bennett.
Lapid añadió que “si los norteamericanos quieren abrir un consulado en Ramala, no tenemos problema con eso”. Pero “la soberanía de Jerusalem pertenece a un solo país: Israel”.
“No es una cuestión de política. Es una objeción de principios de Israel la apertura de un consulado en Jerusalem. [Ya] hay una embajada estadounidense”.
El presidente estadounidense anterior, Donald Trump, trasladó la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalem, en mayo de 2018. Un año más tarde, cerró el consulado en la ciudad santa y lo integró a la embajada.
El mes pasado un alto funcionario del Departamento de Estado norteamericano le dijo a la Cámara del Senado que se precisaría el permiso de Israel para que Estados Unidos reabra su consulado en Jerusalem para servir a los palestinos.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha prometido reabrir el consulado para los palestinos; pero el asunto se ha convertido un tema de fricción entre Israel y EE. UU., como así también entre algunos miembros del Congreso.