El Ministerio de Salud anunció en la noche del martes que 1.718 personas fueron diagnosticadas con la nueva enfermedad COVID-19 desde el lunes. Se trata de la cifra más alta registrada en un período de veinticuatro horas, mientras el Gobierno parece estancado con respecto a las medidas a tomar para contener la pandemia.
Fuente: Aurora
El Ministerio añadió que 183 enfermos se encuentran en grave estado, entre ellos 56 que están entubados en respiradores artificiales. Entre tanto, la cifra de víctimas fatales desde el comienzo de la propagación del coronavirus en Israel asciende a 371.
Un total de 42.360 personas se vieron contagiadas desde el comienzo de la pandemia, entre ellas 22.324 en las cuales el virus permanece activo.
El martes, el primer ministro, Benjamín Netanyahu, mantuvo una reunión de urgencia con ministros, médicos especialistas y funcionarios del Ministerio de Salud; pero el encuentro finalizó sin que se tomara una decisión.
Funcionarios del partido gobernante Likud dijeron que Netanyahu estaba “furioso” con el ministro de Defensa y primer ministro alternativo, Benny Gantz, al que acusaron de haber rechazado todas las recomendaciones bajo el argumento de que es mejor esperar otra semana para ver el resultado de las últimas restricciones antes de tomar nuevas medidas.
«Esta irresponsabilidad de Azul y Blanco definitivamente nos llevará a un cierre total y a un alto precio económico innecesario», apuntó un alto funcionario del Likud. «Gantz se opuso hoy a todas las medidas para detener la propagación del virus corona que podrían evitar que tengamos que imponer un confinamiento general».
Azul y Blanco, liderado por Benny Gantz, respondió a su vez acusando a Netanyahu de estar haciendo política.
«En lugar de renunciar a la responsabilidad de gestionar la crisis del virus corona, Netanyahu debería dejar que triunfen las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y que el Ministerio de Defensa supervise los esfuerzos en el terreno», aseveró un alto funcionario de Blue and White. «Este no es momento para hacer política, ni para cualquier otra batalla que no implique la rehabilitación de la economía, la salud y la sociedad».
Días atrás, el ministro de Salud, Yuli Edelstein, advirtió que el Gobierno podría volver a imponer un cierre total si la cifra de contagios diarios llega a 2.000. Un confinamiento total requeriría la aprobación de los ministros y luego de la Knéset (Parlamento).