Border Police guard Old City of Jerusalem following attempted murder of Yehuda Glick. (Photo: Yonatan Sindel/Flash90) Border Police guard Old City of Jerusalem following attempted murder of Yehuda Glick. (Photo: Yonatan Sindel/Flash90)

La Policía de Israel declaró la alerta máxima, desplegando tres mil efectivos en Jerusalem de cara a las plegarias musulmanas del viernes al mediodía, luego que las organizaciones terroristas Hamás y Jihad Islámica instaran a los palestinos a escalar la “resistencia” contra Israel en la ciudad santa, pero también en Cisjordania (Judea y Samaria) y la Franja de Gaza.

El movimiento nacionalista Fatah, columna vertebral de la Autoridad Palestina también convocó a un “día de furia”.

La policía anunció que reabrirá el Monte del Templo para los hombres musulmanes mayores de 50 años y las mujeres – de ese mismo credo – sin restricciones, revirtiendo la decisión de cerrar el recinto por tiempo indeterminado tras la reciente escalada de violencia y el intento de asesinato del rabino Yehud Glick, un activista judío de derecha.

El portavoz del gobierno de Jordania, Mohamed al Masri, manifestó que los esfuerzos de su país encabezados por el rey Abdallah II, condujeron a la reapertura del Monte del Templo. El vocero puntualizó que Amman envió fuertes mensajes a la comunidad internacional sobre la

cuestión.
La vocera del Departamento de Estado, Jen Psaki, había instado a Israel a permitir a los musulmanes el acceso a la Mezquita de Al Aqsa y al Domo de la Roca, situadas sobre el Monte del Templo. Psaki presionó a Israel para regresar al “status quo”.

“Estamos extremadamente preocupados por la escalada de tensiones en Jerusalem y particularmente en relación a Haram al Sharif / Monte del Templo”, apuntó Psaki.

“Es actualmente crítico que todas las partes ejerciten la contención y se contengan de acciones y retóricas provocativas, y preservar el status quo en Haram al Sharif / Monte del Templo de palabra y en los hechos”, añadió.

Psaki dijo a los periodistas que “el compromiso continuo de israelíes, palestinos y jordanos para preservar el histórico status quo en este sitio histórico es crítico”.

El primer ministro, Biniamín Netanyahu, llamó a la calma en Jerusalem apuntando que “ninguna de las partes debe tomar la ley en sus manos”.

Entre tanto el titular de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, dijo que el cierre del recinto es una “declaración de guerra”.

Fuente: Aurora