David Ben-Gurión – líder sionista, primer Primer Ministro y el que duró más tiempo en el cargo – nació como David Green en Plonsk, Polonia, en 1886 y se educó en una escuela hebrea fundada por su padre, un ardiente sionista. A los 17 años de edad Ben-Gurión se convirtió en sionista y se unió al grupo sionista socialista Poaléi Zión.
En 1906 Ben-Gurión inmigró a la Tierra de Israel, trabajó como obrero en asentamientos agrícolas, se interiorizó en la política y la polémica sionista, y ayudó al establecimiento del grupo judío de autodefensa Hashomer. En 1912 empezó a estudiar Derecho en Estambul, pero el estallido de la Primera Guerra Mundial condujo a su deportación, por parte de las autoridades otomanas, junto con la de otros prominentes sionistas. Ben-Gurión pasó los años de la guerra en Estados Unidos, donde se casó con Paula Monbesz, una compañera sionista, y fue activo en la formación del ala estadounidense del sionismo laborista. Regresó a Palestina como soldado de la Legión Judía, una unidad del ejército británico creada por Zeev Jabotinsky.
En la década del 20, Ben-Gurión fue electo secretario general de la Histadrut – Confederación General del Trabajo, función que él consideraba como una potencial base de poder para la realización de los objetivos sionistas. Ejerció como secretario general de la Histadrut hasta 1935, convirtiéndola en mucho más que una organización gremial: una institución global política, social y económica con su propia red de fábricas, corporaciones de desarrollo, marcos culturales y servicios de salud, y una institución financiera. La Histadrut brindó así la infraestructura económica, al igual que la textura social y política del estado en formación.
Ben-Gurión jugó luego un papel preponderante en la fusión de Ajdut Haavodá y Hapoel Hatzair en Mapai, que se convirtió en el partido de gobierno durante las primeras décadas del estado, con Ben-Gurión a la cabeza. Su actitud hacia el socialismo era pragmática, buscando el logro simultáneo de las metas nacionales y las socialistas. Hacia 1935, el Sionismo Laborista se había convertido en la facción más importante del movimiento Sionista y Ben-Gurión ocupó el puesto clave de Presidente del Ejecutivo de la Agencia Judía – el «cuasi gobierno» de los judíos en Palestina – función que ejerció hasta 1948, cuando se estableció el Estado de Israel.
Durante estos años, Ben-Gurión guió el curso de la historia sionista y moldeó el carácter del estado judío. Basándose en una plataforma política que combinaba visión con pragmatismo, Ben-Gurión abandonó la política sionista oficial de cautela y gradualismo, para adoptar una firme línea activista. Durante la Segunda Guerra Mundial su estrategia frente al conflicto entre las restricciones británicas a la inmigración judía y el asentamiento, y el hecho de que Gran Bretaña combatía contra la Alemania nazi fue resumida sucintamente en su afirmación de que los sionistas «combatirían en la guerra como si no existiera el Libro Blanco y combatirían el Libro Blanco como si no hubiera guerra». Después de la guerra, desafió la autoridad británica organizando la masiva inmigración «ilegal» y estableció fronteras de facto del estado judío, creando asentamientos judíos en todas partes del país. Impulsó el desarrollo de una capacidad de defensa judía y presionó por la adquisición de armamento pesado – artillería y aviones – mientras otros hablaban en términos de una infantería liviana.
En 1948, como jefe del Gobierno Provisional, David Ben-Gurión proclamó el establecimiento del Estado de Israel y el comienzo del «crisol de los exilios» – movimientos de osadía y visión, que llevaron a la realidad eventos de magnitud histórica. En este sentido, Ben-Gurión pertenece a la rara estirpe de líderes que son «hombres que hacen los acontecimientos» y no «hombres llenos de acontecimientos» – de acuerdo con la definición del filósofo e historiador Sidney Hook – siendo los primeros individuos que «conducen» la historia en la dirección que ellos trazan, y los últimos, meramente «los individuos correctos en el momento adecuado».
En los primeros años del estado, el fuerte y carismático liderazgo de Ben-Gurión condujo a olas de inmigración masiva que duplicaron la población del país. El dirigió las empresas de absorción, invirtiendo la mayor parte de los limitados recursos de la nación en la integración de los inmigrantes; aseguró las zonas distantes, construyendo asentamientos en la periferia; e instituyó una educación universal sobre la base de un sistema escolar público no partidista. Como ministro de Defensa, planificó y llevó a cabo la tensa transición de organizaciones clandestinas a un ejército regular – moldeando el carácter y la estructura de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Posteriormente encabezó proyectos nacionales como la «Operación Alfombra Mágica» (transporte aéreo de los judíos del Yemen), la construcción del Acueducto Nacional e innovadores proyectos de desarrollo regional.
En la arena internacional, Ben-Gurión puso su carrera política en juego para lograr la aprobación del muy controvertido acuerdo de reparaciones con Alemania Occidental. Sacó a Israel del bloque de las naciones no alineadas, adoptando una orientación pro-occidental. Este paso sentó las bases para una alianza estratégica con Francia y Gran Bretaña, que reforzó a Israel en las esferas diplomática, económica y militar en los años 50.
En 1953, agotado por años de intenso servicio público, Ben-Gurión renunció al gobierno por dos años. Se estableció en el kibutz Sde Boker en el Néguev, sirviendo de ejemplo personal a la juventud israelí. Luego de las elecciones de 1955, volvió a ser Primer Ministro. Reafirmando la política de defensa, abogó por una respuesta más resuelta al terrorismo de allende las fronteras y adoptó una estrategia de defensa basada en una estrecha cooperación con Francia, que duró por más de una década. La Campaña del Sinaí de 1956 – a pesar de que Israel eventualmente se retiró del Sinaí bajo presión internacional – logró suspender los actos de sabotaje y terrorismo contra los poblados en el sur, y levantó el bloqueo a la navegación israelí en el Mar Rojo.
En 1963 Ben-Gurión renunció una vez más al gobierno, en protesta por los aspectos morales de un fiasco de inteligencia ocurrido en 1954 – poniendo fin a casi tres décadas de liderazgo, incluyendo 13 años como Primer Ministro del Estado de Israel.
Ben-Gurión hizo un intento de regreso a la vida pública en 1965, apoyando una reforma electoral y la formación de un nuevo partido, Rafi, que obtuvo sólo 10 escaños en las elecciones a la Knéset de ese año. Permaneció como miembro de la Knéset durante otros cinco años, retirándose de la vida pública en 1970, a los 84 años de edad. Ben-Gurión – una de las figuras más influyentes en el curso del sionismo moderno – falleció en 1973 y fue sepultado en Sde Boker.
Fuente: MFA.gov.il
Extraído de: Radio Jai