Las teorías conspirativas de todo tipo se mueven entre lo políticamente incorrecto, las ideas místicas o la vida extraterrestre reptiliana habitando entre nosotros, por citar algunos ejemplos.
Por José I. Rodríguez
En este campo espinoso de conspiraciones varias se encuentra la llamada teoría conspirativa de la sustitución de Israel. Una teoría conspirativa por la cual todos los distintivos exclusivos con los cuales el Cielo ha dotado a Israel han sido traspasados a una cierta iglesia, no sabemos a cuál, entre las muchas que pululan en el terreno del misticismo religioso.
La acumulación de conocimientos místicos religiosos ha propiciado esta teoría conspirativa por parte de un conglomerado de agentes supuestamente espirituales contrarios a las bases que conforman el Judaísmo entendido como religión. Una confrontación en toda regla por medio de la cual criticar, sin conocimiento de causa, al gobierno de Israel y a los judíos de forma generalizada. No es solo una cuestión de carácter religioso la que abarca la teoría conspirativa de la sustitución de Israel, que no es poco, sino que afecta a todos los ámbitos de la vida judía a lo largo del tiempo pasado, presente y particularmente del futuro que ahora no estamos tratando.
Los acumuladores de conocimientos místicos espirituales han generado la anteriormente denominada conspiración de la sustitución degenerando la verdad establecida por el Cielo desde la antigüedad. Los mencionados conspiradores son además especialistas en interpretar las verdades que se desarrollan en el Libro de los Libros descontextualizando el mensaje y confundiendo a muchos para su propio interés. La teoría conspirativa de la sustitución está basada en la correcta interpretación, según sus manifiestos, de los textos y documentos de carácter bíblico que ellos manejan.
La interpretación correcta de un cierto texto tanto más cuando se trata de cuestiones éticas, morales o espirituales precisa considerar el contexto en una forma amplia y profunda de análisis. Sin entender el contexto todo texto analizado se convierte en un pretexto para inducir a otros al error y a la malinterpretación del mencionado texto en análisis.
Los ingenuos, neófitos e indoctos en el estudio de las verdades fundamentales no se molestan en profundizar, sea lo que sea que se analice, y menos cuando el texto a estudiar tiene que ver con Israel y su más amplia responsabilidad en la historia. La llamada Biblia es en realidad la historia de la humanidad que es inseparable de la historia de Israel. No es posible comprender el origen de la humanidad desvinculando o sustituyendo a Israel del binomio de la vida y de los dones que el Cielo le ha otorgado.
Los engañados y engañosos intérpretes juegan con este defecto congénito espiritual que muchos arrastran de falta de esfuerzo en la búsqueda de los tesoros espirituales escondidos. Con todo la Ley de la Justa Retribución siempre alcanzará de una forma u de otra a quienes tratan de interpretar la también definida como Escritura bajo una torcida perspectiva religiosa o teológica acomodada a unos intereses particulares y que por lo general son claramente antijudíos.
La teoría conspiratoria de la sustitución de Israel se enseña con profusión en ciertos ámbitos místicos religiosos con pretendía base de sabiduría celestial. Una conspiración en toda regla que no es más que una mezcla de conceptos místicos de apariencia religiosa, de interpretaciones abstractas de la realidad y descontextualizadas verdades que enseñaron a lo largo de los tiempos los sabios del pueblo de Israel.
A las puertas de celebrar Pesaj la teoría conspirativa de la sustitución de Israel enfatizará y distorsionará de forma profusa los acontecimientos que marcaron la identidad y la idiosincrasia hasta nuestros días del Pueblo del Libro. El tiempo especial en el que entramos de Pesaj amerita analizar profundamente aquello que nos han inducido a creer y a practicar bajo la interpretación descontextualizada de los acumuladores de teorías conspirativas.
La conspiración de la sustitución de Israel en realidad no es una teoría sino una estrategia para inducir a la confusión religiosa en contra de Israel y las verdades impresas en el ya mencionado Libro de los Libros. Al Pueblo de Israel en exclusiva se le ha concedido la responsabilidad de salvaguardar la Escritura para su correcta transmisión a todas las generaciones, en todos los tiempos. Nada ni nadie puede sustituir a Israel en las muchas responsabilidades que el Cielo le ha otorgado como distintivo exclusivo de luz de las naciones. Qué así conste.