Manifestantes turcos han pedido al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan que dimita, una medida que puede ser buena para Israel.
Las semillas de una primavera árabe en la actualidad se están plantando en Turquía. Lo que comenzó como un movimiento para salvar a uno de los últimos espacios verdes en Estambul, se ha convertido en un movimiento de protesta de masas pidiendo al primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, que dimita. Muchos turcos afirman que ha reprimido brutalmente a la disidencia y ha tratado de hacer que la sociedad turca sea más islamista que antes. Erdogan, si tuviera que dimitir y la oposición laica llegara a ganar el poder, podría tener implicaciones positivas en las relaciones turco-israelíes.
REPRESIÓN EN MASA
En el curso de estas manifestaciones, las autoridades turcas han utilizado la fuerza bruta para reprimir a la oposición, disparando gases lacrimógenos y cañones de agua. Un residente turco de Estambul que estuvo activo durante las manifestaciones, afirma que la policía disparó deliberadamente contra los manifestantes. Innumerables civiles han resultado heridos o detenidos, mientras que algunos incluso han muerto. Sin embargo, a pesar de la violencia, muchos turcos se mantienen firmes en su postura de presionar a Erdogan para que dimita.
Una joven turca, Elif Ceylan, residente en Izmir, informó: «No me gusta el modo en el que Erdogan está llevando la situación. Su idea de Turquía está empujando en un estado islámico [.. .] Estas manifestaciones no están relacionadas con ningún tipo de movimiento político. Este movimiento consiste en acercar a la sociedad y a la política a los derechos humanos y a la libertad de expresión».
IMPLICACIONES PARA ISRAEL
La pregunta que surge es, ¿cuáles son las implicaciones para Israel? Según fuentes internas de Estambul, la mayor parte de los manifestantes no han tomado una postura clara sobre Israel. Como Ceylan explicó: «Ellos son un grupo mixto de personas que sólo apoyan los derechos humanos y la libertad de expresión. […] Así que no puedo decir si son o no pro israelí o anti israelí, ya que hay de todo”. Sin embargo, un manifestante turco de Estambul afirma que cualquiera con simpatías pro israelíes asistiría a estas manifestaciones. Un dato ya de por si positivo es que las manifestaciones no son sobre de Israel, en lo absoluto.
Según Ceylan, «La importancia de este movimiento es que la gente en Turquía finalmente ha conseguido levantarse para decir NO a la forma antidemocrática del actual gobierno». Sin embargo, Ceylan cree que si el pueblo turco gozase realmente libertad de expresión, se le daría la oportunidad para cuestionar las cosas y viendo a Israel bajo una luz diferente. Afirma que en la actualidad los medios de comunicación turcos son controlados por Erdogan y que la Flotilla de Gaza de 2010, que partió de Turquía y el incidente posterior con Israel a bordo del barco turco Mavi Marmara se debió a la influencia de Erdogan. Si hay libertad de expresión, entonces los turcos estarán expuestos a más puntos de vista, y esto afectará positivamente a la opinión pública turca con relación a Israel y al pueblo judío.
Con un Erdongan en horas bajas, tal vez haya más probabilidades para mejorar las relaciones entre Israel y Turquía. Los dos países fueron aliados en el pasado y tenían relaciones positivas durante la época otomana. Turquía fue el primer país musulmán en reconocer el derecho de Israel a existir; y tan buena fue la relación antaño, que incluso diplomáticos turcos salvaron vidas judías durante el Holocausto . Veremos qué sucede finalmente con Erdogan, si finalmente sucumbe a las presiones y manda un hálito de esperanza al complejo Oriente Medio.
Por Rachel Avraham, escritora del personal de United with Israel