En el artículo anterior hablamos de los medios de comunicación y su lenguaje viperino contra Israel. En el de hoy quisiéramos hablar sobre como contrarrestar, por medio de nuestras respectivas redes sociales, el lenguaje acusador y antisemita, que medios y redes manifiestan con repugnante profusión.
Por lo general las redes sociales son usadas como una especie de escaparate de lo que somos, de lo que nos gusta, de cómo vestimos y de un sinfín más de temas personales, que nos interesan a nosotros y a nuestros contactos. Las mencionadas redes nos permiten compartir información personal, que mantienen abiertos canales de comunicación con nuestros círculos de relación. Una herramienta muy útil siempre que se use correcta, moral y éticamente de forma apropiada. El uso que le damos a las redes sociales puede ser positivo, negativo o sencillamente intranscendente.
Para todos aquellos que estamos interesados, de una forma u otra, en lo que pasa en el mundo nuestras redes sociales deberían tener un uso efectivo y clarificador, en la defensa de Israel. Hay muchas formas de apoyar a Israel y todas deberían estar vinculadas a la valentía y la honestidad de manifestar lo que creemos respecto a Israel. Todo el bien que digamos de Israel repercutirá en nuestro propio bien. La Ley de la Retribución, por la cual lo que sembramos cosechamos, recompensará a nuestras respectivas familias con bendiciones de lo Alto. Hablar bien de Israel compensa y recompensa.
Los comentarios que hacemos en la red o los artículos de opinión son un instrumento de concienciación muy importante. La información compartida nos permite llegar a personas, grupos y medios digitales, que dan visualización a nuestros posicionamientos y opiniones. Consideremos la importancia de dar visibilidad al tema de Israel y al Pueblo Judío exponiendo la verdad de lo que son y de su positiva influencia, a lo largo de toda la historia. El mal se contrarresta con el bien y la mentira se combate con la verdad. Nuestras redes sociales deberían ser un campo de batalla ideológico, en la defensa de todo lo relacionado con Israel y el ya mencionado Pueblo Judío.
Las redes sociales en apoyo de Israel deben estar unidas y unirnos a todos, para compartir un punto de vista positivo y esperanzador de Israel. Las redes que administramos deben servir también, para dar visibilidad a cuantos medios digitales y prensa escrita combaten las mentiras antisemitas que inundan la red. Los artículos, las opiniones, los comentarios, las noticias de avances tecnológicos y todas aquellas informaciones que presentan al Israel moderno y avanzado del presente deben tener cabida, en cada una de nuestras respectivas redes sociales.
En cuanto a métodos y prácticas, en las redes sociales, deberíamos tener en cuenta la lista de contactos que mantenemos revisándola de tiempo en tiempo. Hace unos días me llevé una desagradable sorpresa cuando una persona, de mis contactos, manifestaba una evidente y malsana crítica contra Israel y una comprensiva posición a los postulados islamistas ¿Qué hacer en estos casos? En mi filosofía particular tengo un lema personal que reza así: Hay tantos que critican a Israel por todo, que yo no lo criticaré por nada. La acción más congruente, con mi forma de pensar, fue desmarcar de la lista de contactos a tal persona. Puedes resultar irritante o incluso puedes parecer extremista con tus opiniones, pero lo que nunca debes parecer es tibio especialmente en la defensa de Israel.
Los enemigos de mis amigos son también mis enemigos. Selecciono cuidadosamente y repaso quienes tratan de seguirme en Twitter. Ciertamente cuesta trabajo seleccionar a los seguidores, en las diferentes redes sociales, pero aun así hay que hacerlo regularmente. Como norma general sigo a quién me sigue, pero antes examino tweet y retweet que comparte. No tengo intención alguna de promocionar o dar visibilidad informativa a nadie, que no merezca ser compartido con mis contactos o amigos. Consideremos que es importante mantener un alto estándar de calidad humana entre nuestros amigos, seguidores y contactos. No todos los que dicen ser amigos lo son. En el entorno digital, de las redes sociales, e incluso en la vida real tengo falsos amigos y verdaderos enemigos, aunque a estos últimos les agradezco que sean más fácilmente reconocibles. Por unas redes sociales de apoyo a Israel ¡Shalom!
Por: José Ignacio Rodríguez, colaborador especial de Unidos con Israel