El líder del partido árabe Ra’am, Mansour Abbas, rechazó el uso de la palabra «apartheid» para describir las relaciones entre judíos y árabes dentro del país.
Fuente: Aurora
Amnistía Internacional había lanzado recientemente un informe en el que caracterizaba las políticas de Israel hacia los palestinos dentro de sus fronteras y en Cisjordania y Gaza como «apartheid». Israel señaló estas acusaciones como antisemitas y dice que, entre otras cosas, ignoran los derechos y libertades que disfrutan sus ciudadanos árabes.
“Yo no lo llamaría apartheid”, dijo Abbas en respuesta a una pregunta en un evento en línea organizado por el Washington Institute for Near East Policy, un grupo de expertos con sede en Estados Unidos. El diputado señaló que estaba en una coalición de gobierno con el primer ministro Naftali Bennett y que podría unirse al gabinete si quisiera.
“Prefiero describir la realidad de manera objetiva. Si hay discriminación en un campo determinado, entonces diremos que hay discriminación en ese campo específico”, aseveró Abbas, jefe del primer partido árabe en la historia en formar parte de un gobierno israelí.
Abbas dijo que su enfoque es unir a judíos y árabes para abordar los desafíos sociales y económicos. “Por lo general trato de no juzgar, no trato de decir que eres racista o que el estado es racista, o que este es un estado de apartheid o no un estado de apartheid”, dijo Abbas. “Mi papel como líder político es tratar de cerrar las brechas”.
Las palabras de Abbas se suman a las de Issawi Frej, otro miembro árabe del parlamento y el gobierno.
Los árabes constituyen alrededor del 20% de la población de Israel. Tienen ciudadanía, incluido el derecho al voto, y tienen una importante presencia en la profesión médica y las universidades, entre otros campos.
De todos modos, las brechas sociales son una temática importante. Ra’am ingresó al gobierno a cambio de políticas específicas para ese sector, como los proyectos de desarrollo tecnológico y seguridad que el gobierno actual puso en marcha.