Amos ben Gershom / GPO

El primer ministro Benjamín Netanyahu publicó este lunes un artículo en el periódico The Wall Street Journal, en el que expuso los prerrequisitos de Israel para el día después de la guerra actual: la desmilitarización de la Franja, la destrucción de Hamás y la desradicalización de la población árabe palestina.

Fuente: Enlace Judío

Entre otras cosas, Netanyahu escribió que Israel debe garantizar que Gaza no vuelva a ser utilizada como base para acciones ofensivas, como el 7 de octubre, y que no es realista esperar esto de la Autoridad Palestina, ya que paga salarios a terroristas y participa en una incitación constante a la violencia contra el pueblo judío.

“Entre otras cosas, esto requerirá establecer una zona de seguridad temporal en el perímetro de Gaza y un mecanismo de inspección en la frontera entre Gaza y Egipto que satisfaga las necesidades de seguridad de Israel e impida el contrabando de armas al territorio”, dijo Netanyahu.

Afirmó además que combatir el extremismo en Gaza requerirá un liderazgo valiente del tipo que no se ve en Ramallah, y señaló que “el líder de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, ni siquiera puede atreverse a condenar las atrocidades del 7 de octubre”.

Netanyahu se refirió a los Acuerdos de Abraham, los acuerdos de paz que Israel firmó con los Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Marruecos y Sudán en 2020, y las transformaciones de Alemania y Japón después de la Segunda Guerra Mundial, como ejemplos exitosos de cómo se han desradicalizado naciones y poblaciones como debería de ocurrir en Gaza.

“Una vez que Hamás sea destruido, Gaza esté desmilitarizada y la sociedad palestina comience un proceso de desradicalización, Gaza podrá reconstruirse y las perspectivas de una paz más amplia en Medio Oriente se harán realidad”, concluyó Netanyahu.

Israel ha estado bajo presión internacional desde que comenzó la guerra contra Hamás, al que ha prometido eliminar, además de conseguir la liberación de los rehenes que tiene bajo su poder.

Israel también ha enfrentado presiones de los líderes occidentales para permitir que la Autoridad Palestina tome el lugar de Hamás en el gobierno de Gaza, a pesar del antisemitismo de su antisemitismo, su apoyo al terrorismo, su negativa a condenar las atrocidades del 7 de octubre y su incitación.