En entrevistas que brindó el primer ministro israelí Binyamin Netanyahu en radio y televisión durante los últimos dos días, afirmó, entre otras cosas, que se necesitan 36 millones de dosis de vacunas, ya que será necesario prepararse para las dos vacunas que ahora se administran por un período limitado y se deberá inmunizar de nuevo a la población dentro de seis meses o un año.
Fuente: Itón Gadol
Solo que, a oponerse de la afirmación del mandatario, salió a su cruce el doctor Erez Gerti, inmunólogo del Instituto Davidson para la Educación Científica del Instituto Weizmann. “No es seguro que las vacunas contra el coronavirus ofrezcan anticuerpos por medio año y que sin las mismas el coronavirus regrese dentro medio año”, remarcó.
“El pronóstico de que en medio año tendremos que recibir una inyección de refuerzo, no es necesariamente cierto. Según lo que se conoce hoy en día sobre las vacunas Pfizer y Moderna, la memoria inmunológica de quienes participaron en las pruebas clínicas dura al menos 120 días, y según las estimaciones basadas en modelos, puede llegar hasta los dos años o más, sabemos”, indicó.
Además agregó que “la memoria inmune en los recuperados por coronavirus de al menos medio año, y la respuesta inmune en los vacunados se ve mucho mejor que quienes atravesaron la enfermedad y recibieron el alta, por lo que no hay razón para suponer que la inmunidad pasará después de ese período de tiempo”.
“Sabemos que la vacuna brinda protección contra la variante británica, que es la dominante en el país, pero en cuanto a otras cepas, tenemos aquí un rompecabezas incompleto”, señaló.
“Nadie puede dar una respuesta irrefutable. Si, por ejemplo, la variante de Nueva York irrumpe en Israel, es posible que se deba suministrar un refuerzo. Debemos recordar: estamos en una pandemia, con un nuevo virus y la ciencia actualmente no tiene respuestas inequívocas”, resaltó.
Por último expresó: “Es posible que incluso si la inmunidad disminuyera en cierta medida y hay un caso de contagio, las personas que hayan sido vacunadas no puedan tener una enfermedad grave porque su sistema inmunológico ya reconoce el virus y puede producir una respuesta contra el mismo, tal como se vio en AstraZeneca y con las vacunas de Johnson & Johnson en las pruebas que se realizaron en África del Sur”.