El 14 de Mayo de 1948, David Ben-Gurion declaró el establecimiento del Estado de Israel en una ceremonia conocida como la Declaración de Independencia. En el moderno Israel las celebraciones del Día de la Independencia son antecedidas por el Día del Holocausto y por el Día del Recuerdo de los Caídos por Israel.
En un vínculo emocional incomparable el Estado de Israel, como representante del conjunto de sus ciudadanos, conmemora en estos días unos hechos que marcan la historia del Pueblo Judío. Una memoria histórica que se mantiene inalterable con el paso del tiempo.
El Día del Holocausto, del cual ya hicimos mención la semana pasada, nos hizo recordar a los más de seis millones de víctimas que fueron asesinadas por los nazis. Un recuerdo marcado por el dolor, que aún todos llevamos registrado en la mente y en el corazón, que no queremos que sea olvidado, ni que suceda nunca jamás.
El Día del Recuerdo de los Caídos por Israel se rinde un sentido homenaje a los más de veintitrés mil soldados, así como a los oficiales caídos en actos de servicio. En este homenaje se incluyen las víctimas del terrorismo y aquellas victimas que han fallecido como consecuencia de las heridas producidas después de los mencionados atentados. En la práctica todas las guerras que Israel ha librado y sigue librando no son más que actos terroristas a gran escala enfrentados con valentía, aun a costa de la propia vida, por sus combatientes.
El dolor da paso a la más exultantes de las celebraciones cuando llegamos al Día de la Independencia de Israel. Permitidme que vincule esta celebración con la que se produjo cuando los Hijos de Israel salieron de Egipto. La Independencia de Israel se firmó primero en el Sinaí. La promesa del Cielo a Israel, de que sería libre e independiente, se volvió a sellar el mencionado 14 de Mayo de 1948 estando ya en la Tierra Prometida.
Mucho dolor, sacrificio y sangre sigue costando la libertad que gozan los ciudadanos de Israel y los judíos diseminados por el resto del mundo. Recuerdo en estos días leer en algún medio que el Día de la Independencia de Israel debería ser recordado por todas las naciones. Ciertamente que la liberación y la independencia de Israel marca el camino al resto de las naciones hacia la libertad. En una inigualable descripción el Día de la Independencia de Israel ha quedado plasmado para la eternidad en la Torá. Nadie puede olvidar la gesta liberadora de Israel a lo largo de la historia desde que le fue entregada la Ley de la Libertad hasta nuestros días.
En realidad, la lucha del Pueblo de Israel por su libertad no ha terminado. Un viaje a la libertad por un desierto lleno de merodeadores asesinos que solo pretenden la aniquilación de Israel. La garantía sin exageración alguna de que esa libertad e independencia sigan presentes en Israel, y en el resto del mundo, recae bajo la responsabilidad del Ejército de Defensa de Israel y el resto de sus fuerzas armadas Policía y Guardias de Fronteras.
La Conmemoración del Día de la Independencia de Israel es una buena razón para no olvidar el pasado, para celebrar el presente y para afirmar las esperanzas en un más que prometedor futuro. La unidad de todo Israel queda tipificada de forma ejemplar en la decidida acción de todos los judíos de amar la vida, en contraposición a la de sus enemigos de amar la muerte. Una diferencia vital para alcanzar la prosperidad, el crecimiento y la fortaleza que Israel experimenta ¡Bendiciones Israel que el Cielo te siga guardando!
Por: José Ignacio Rodríguez, colaborador de Unidos con Israel