(Foto: Policia de Israel). El Gabinete de Gobierno aprobó una reforma legislativa que endurecerá las penas para aquellos que sean condenados por arrojar piedras a los vehículos.
Los condenados por ese delito podrían enfrentar penas de entre diez y veinte años de cárcel, según la reforma al código penal. Se trata de un aumento significativo, ya hasta ahora esas ofensas recibían hasta dos años de prisión.
La decisión de aumentar drásticamente las penas se produce cuando los ataques con piedras se suceden casi diariamente en Jerusalén, en el contexto de las tensiones sobre el acceso al Monte del Templo.
El primer ministro, Biniamín Netanyahu, prometió que no habrá ningún tipo de cambios en la disposición de las plegarias en el Monte del Templo, sagrado tanto para los judíos como para los musulmanes.
“Estamos comprometidos con mantener el status quo para judíos, musulmanes y cristianos. No habrá cambios en la disposición de los rezos que se han tenido
Por su parte, el rey Abdallah II de Jordania, en la inauguración del Parlamento jordano, dijo que su país “no permitirá que Israel tome medidas unilaterales en Jerusalén”.