Palestinian Arabs clash with police in east Jerusalem. (Photo: Hadas Parush/Flash90)

(Foto: Policia de Israel). El Gabinete de Gobierno aprobó una reforma legislativa que endurecerá las penas para aquellos que sean condenados por arrojar piedras a los vehículos.

Los condenados por ese delito podrían enfrentar penas de entre diez y veinte años de cárcel, según la reforma al código penal. Se trata de un aumento significativo, ya hasta ahora esas ofensas recibían hasta dos años de prisión.

La decisión de aumentar drásticamente las penas se produce cuando los ataques con piedras se suceden casi diariamente en Jerusalén, en el contexto de las tensiones sobre el acceso al Monte del Templo.

El primer ministro, Biniamín Netanyahu, prometió que no habrá ningún tipo de cambios en la disposición de las plegarias en el Monte del Templo, sagrado tanto para los judíos como para los musulmanes.

“Estamos comprometidos con mantener el status quo para judíos, musulmanes y cristianos. No habrá cambios en la disposición de los rezos que se han tenido

lugar desde hace décadas en el Monte del Templo”, expresó Netanyahu durante la reunión con sus ministros.“Desde los tiempos de nuestro patriarca Abraham”, apuntó Netanyahu, “el Monte del Templo ha sido el lugar más sagrado para nuestro pueblo. El Monte del Templo es el kilómetro más sensible de la Tierra. Junto con la fuerte insistencia sobre nuestros derechos, estamos determinados a mantener el status quo. Es fácil desatar una incendio religioso; pero es mucho más difícil extinguirlo”.Netanyahu instó al fin de la incitación musulmana, a la que culpó por la escalada de disturbios en el sitio, en las últimas semanas, y negó los reportes que circulan en el mundo islámico sobre presuntos planes israelíes de dividir el recinto por la mitad para permitir que los judíos lleven a cabo sus plegarias en ese lugar.

Por su parte, el rey Abdallah II de Jordania, en la inauguración del Parlamento jordano, dijo que su país “no permitirá que Israel tome medidas unilaterales en Jerusalén”.