Fieros enfrentamientos se desataron entre manifestantes y policías en Beirut, días después de la enorme explosión en el puerto de la capital libanesa, que devastó gran parte de la ciudad, dejando aproximadamente 160 muertos y cerca de 6.000 heridos; mientras decenas de personas continúan desaparecidas.
Fuente: Aurora
Los manifestantes erigieron horcas simbólicas en la Plaza de los Mártires de Beirut para colgar a los políticos cuya corrupción y negligencia condujo al desastre del martes pasado. Entre las efigies de cartón colgadas por los manifestantes se destacan la del cabecilla del grupo islamista chií Hezbollah, jeque Hassan Nasrallah, y su aliado, el presidente Michel Auon, al igual que la del portavoz del Parlamento, Nabih Berri.
Los manifestantes corearon cánticos contra Hezbollah, en los que calificaban al grupo, financiado y armado por Irán, como una “organización terrorista”.
Hezbollah, que cuenta con trece diputados en la actual coalición gobernante, es considerado desde hace años como un factor clave en la radiografía del poder en el Líbano y quien controla de facto el puerto y el aeropuerto de la capital libanesa. Hezbollah ha rechazado las acusaciones de que eran en realidad suyas las 2.750 toneladas de nitrato de amonio almacenadas en la dársena del puerto que provocaron la poderosa explosión.
Los medios libaneses reportaron que durante los enfrentamientos murió un miembro de las fuerzas de seguridad libanesas cuando los manifestantes atacaron el hotel Le Gray en Beirut. Según la Cruz Roja libanesa, 63 heridos fueron evacuados a los hospitales y otros 175 fueron atendidos en el lugar.
Por su parte, el ex ministro de Defensa, Moshé Yaalon, apuntó a Hezbollah como el responsable por la explosión en el puerto de Beirut, durante una entrevista ofrecida al portal saudita de noticias Elaph.
El teniente general (de la reserva) Yaalon, que en el pasado también se desempeñó como jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), declaró que “Líbano no es un estado independiente, ha sido tomada de rehén por Hezbollah”.
Según Yaalón, un depósito de armamentos que pertenecía a Hezbollah se prendió fuego provocando la explosión del nitrato de amonio almacenado en los depósitos del puerto de Beirut.
Yaalón aseveró que la organización terrorista pro-iraní controla el puerto y el aeropuerto de Beirut, y por lo tanto estaba completamente al tanto de las miles de toneladas de nitrato de amonio almacenadas en el lugar.
El exministro y actual diputado de la alianza opositora Yesh Atid-Telem, Moshé Yaalón, recordó que en el pasado “advertimos que había laboratorios para fabricar armas y depósitos de armamentos en Beirut”.
Yaalon añadió que el nitrato de amonio, una “sustancia peligrosa” usada como fertilizante para la agricultura, pero también para la fabricación de letales explosivos, “fue encontrada en poder de células de Hezbollah en Alemania y Chipre y en una célula terrorista en Kuwait”.
Yaalón subrayó al portal saudita que el pueblo libanés no es enemigo del Estado judío y responsabilizó al gobierno libanés por lo que sucede en su territorio.
En un discurso emitido desde el bunker en el que se esconde, el secretario general de Hezbollah, Hassan Nasrallah, se desvinculó del incidente.
Nasrallah negó “completa, tajante y categóricamente que Hezbollah tenga nada en el puerto, ni almacén de armas, ni misiles, ni fusiles, ni bombas, ni nitratos en absoluto”.
“No tenemos cohetes ni explosivos allí, ni los ha habido en el pasado”, declaró el cabecilla de la organización terrorista.
“Nosotros sabemos más acerca del puerto [israelí] de Haifa que del puerto de Beirut. El puerto de Beirut no es nuestra responsabilidad, mientras que el puerto de Haifa es parte de nuestra estrategia de Defensa”, aseguró el líder libanés pro-iraní.
En 2016, Nasrallah amenazó con atacar las instalaciones que contenían amoníaco en Israel, calificándolas de “bomba nuclear de Hezbollah”.
“Hezbollah tiene una ‘bomba nuclear’: Haifa tiene 15 toneladas de amoníaco, y cualquier ataque con misiles de Hezbollah los convertirá en una bomba nuclear que provocará la muerte de decenas de miles”, aseguró en el aquel momento.