(David Cohen / Flash90)
Benjamin Netanyahu

Las siguientes, son las declaraciones formuladas el domingo, por el primer ministro Benjamín Netanyahu, al comienzo de la reunión gubernamental:

(Comunicado del asesor de medios de comunicación del primer ministro)

“Este es un día difícil. Un terrorista aborrecible asesinó a tres de nuestros ciudadanos a sangre fría, en el puente Allenby. En nombre del gobierno y en el mío propio, envío mis condolencias a las familias de los que fueron asesinados.

Estamos rodeados por una ideología asesina liderada por el Eje del Mal iraní. En los últimos días, aborrecibles terroristas asesinaron a seis de nuestros secuestrados y a tres agentes policiales, a sangre fría. Los asesinos no diferencian entre nosotros. Quieren asesinarnos a todos, a los de derecha y a los de izquierda, a los seculares y a los religiosos, a judíos y no judíos, hasta el último.

Lo que impide la destrucción de nuestro pueblo, como en otros tiempos, es la fortaleza del Estado de Israel y el poder de las Fuerzas de Defensa de Israel: El espíritu de heroísmo de nuestros soldados, de los agentes de policía, de los hombres y mujeres de las fuerzas de seguridad, el elevado sacrificio de nuestros heroes caídos y la resiliencia de nuestro pueblo. Cuando estamos juntos, nuestros enemigos no pueden vencernos; por consiguiente, su principal objetivo es dividirnos y sembrar la discordia entre nosotros.

El pasado fin de semana, el diario alemán Bild publicó un documento oficial de Hamás que revelaba su plan de acción: Sembrar la discordia entre nosotros, utilizar la guerra psicológica contra las familias de los secuestrados, aplicar una presión política interna y externa contra el gobierno de Israel, desgarrarnos por dentro y continuar la guerra hasta nuevo aviso, hasta que Israel sea derrotado.

La gran mayoría de los ciudadanos israelíes no caen en esta trampa de Hamás. Saben que estamos plenamente comprometidos a lograr los objetivos de la guerra: Eliminar a Hamás, devolver a todos nuestros secuestrados, asegurar que Gaza, nunca más constituirá una amenaza para Israel y permitir el regreso de nuestros habitantes del norte y del sur, con seguridad, a sus hogares.

Estaremos juntos. Empuñaremos la espada de David juntos y con la ayuda de Dios, venceremos.

Una palabra más. Hay quienes preguntan “¿La espada devorará para siempre?” (Samuel II, 2:26). En el Medio Oriente, sin la espada, no hay “para siempre”.