Una espesa tormenta amarilla de polvo y arena continúa por segundo día consecutivo adueñándose de los cielos de Israel, que sumada a las altas temperaturas vuelven aún más difíciles las condiciones climáticas.
Algunos vuelos domésticos fueron cancelados debido a la pésima visibilidad. Las aerolíneas domésticas IsraAir y Arkia anunciaron que han dispuesto autobuses para los viajeros que se dirigen a Eilat; en tanto que el cronograma de vuelos se ha pospuesto. Las empresas aéreas anunciaron que reevaluarán la situación a lo largo de la jornada.
El Ministerio de Medio Ambiente volvió a advertir a los ciudadanos que eviten salir afuera por largos períodos de tiempo y prohibió todo tipo de actividades físicas al aire libre.
Se estima que las temperaturas alcanzarán los 38 grados Celsius, e incluso serán más altas en algunos lugares del país, incluyendo en Jerusalem.
Se pronostica que la tormenta de arena se irá lentamente poco antes del fin de semana y las temperaturas caerán lentamente a medida que se acerca la festividad del Año Nuevo Judío, la semana próxima.
Alrededor de 300 personas fueron atendidas por los servicios médicos por asma, problemas respiratorios, cardíacos, y otras contrariedades vinculadas al clima.
«El Magen David Adom seguirá en estado de alerta a raíz de la ola de calor y la tormenta de tierra», apuntó Elí Bin, el director general de ese servicio de emergencia.
Bin instó a los israelíes a permanecer dentro de sus viviendas y lugares de trabajo, advirtió que la tormenta representa un peligro real para la salud, y pidió que las escuelas mantengan a los niños adentro.
La tormenta de polvo arribó a Israel desde Irak y Siria.
Jerusalén registró sus peores niveles de contaminación del aire, 173 veces más altos que los normales. En algunas otras partes del país, los niveles de contaminación del aire alcanzaron su peor registro, en los últimos 75 años.
Fuente: Aurora