La elección de Ebrahim Raisi como presidente de Irán ha desatado gran preocupación entre un número de funcionarios de seguridad israelíes que estiman que el clérigo ultraconservador adoptará la línea extremista en sintonía con el líder supremo, Alí Khameneí, en materia de política nuclear y exterior, señala un informe del Canal 12 de la televisión israelí.
Fuente: Aurora
El canal indica, no obstante, que Raisi apoya el regreso del acuerdo nuclear de 2015 que limitaba el programa nuclear a cambio del levantamiento de sanciones y se estima en Israel que el pacto no será firmado hasta agosto cuando tome posesión del Gobierno.
Mientras tanto, la República Islámica seguirá acumulando uranio enriquecido, sugiere el reporte.
No habrá otra alternativa que volver atrás y prepara planes de ataque contra el [programa] nuclear de Irán. Se necesitarán presupuestos y la resignación de recursos”, dijo la fuente anónima al canal.
Mientras tanto, el presidente de la Comisión de Defensa y Exteriores de la Knéset (Parlamento), Ram Ben-Barak expresó que la elección de Raisi presenta un desafío tanto para Israel como para Occidente.
“La elección de Raisi como el próximo presidente de Irán es la prueba concluyente de que [el líder Supremo Ali] Khameneí ha decidido radicalizar la conducta de Irán en materia de política nuclear, exterior, y terrorismo”, apuntó Ben-Barak, que en el pasado se ha desempeñado como vicedirector del servicio de inteligencia Mossad. “Un gran desafío ha sido puesto a las puertas de Occidente e Israel”.
Paralelamente, Amnistía Internacional ha llamado a investigar a Raisi por supuestos crímenes de lesa humanidad.
Amnistía puntualizó que Raisi integró el infame “Comité de la Muerte” que ejecutó extrajudicialmente en secreto e hizo desaparecer por la fuerza a miles de presos políticos de la oposición en 1988 cuando se desempeñaba como vicefiscal en Teherán. Una matanza que fue perpetrada a instancias del ayatollah Ruhollah Khomeini.
Amnistía expresó que “el destino de las víctimas y el paradero de sus cuerpos son, hasta el día de hoy, sistemáticamente ocultados por las autoridades iraníes, lo que equivale a un crimen de lesa humanidad en curso”.
Raisi ha «presidido la creciente represión de los derechos humanos», mientras se desempeñaba como jefe del sistema judicial iraní durante los últimos dos años, añadió Amnistía.
De acuerdo con los reportes, la participación electoral en los comicios presidenciales iraníes fue del 48%, el más bajo de la historia de la República Islámica. Más de 4 millones de votos fueron invalidados, probablemente al tratarse de votos de protesta o en blanco.